El pasado año, los servicios jurídicos del Instituto Metropolitano del Taxi de Barcelona comenzaron a recibir consultas de asociados que se declaraban "asustados" por estar recibiendo cartas y correos electrónicos de una empresa que les adjuntaba una serie de tiques emitidos por servicios y carreras realizados hasta cuatro años antes. Les reclamaban facturas completas, es decir, que incluyeran los datos de la compañía para la que trabajaba ese cliente que cogió su taxi. También les ofrecían un acuerdo para elaborarles las facturas y simplemente enviárselas para su validación.
Las empresas pueden deducirse el IVA de gastos en los que incurran durante el desempeño de su actividad como taxis, restaurantes, hoteles o peajes, pero siempre y cuando puedan aportar facturas completas con sus datos fiscales, algo que no se incluye en los recibos de taxi, que tan solo recogen la fecha, hora o detalles del propio taxista.