Ante el temor de que como parte del proceso de paz regrese a Afganistán un Gobierno fundamentalista similar al que encabezaron los talibanes entre 1996 y 2001, muchas afganas están decididas a acudir a las urnas en los comicios presidenciales de este mes para defender los derechos que tanto les costó alcanzar.
La activista Muqadasa Ahmadzai, de 25 años, era todavía una niña durante el régimen talibán, y aunque no tiene muchos recuerdos de aquella época, eso no ha impedido que haya dedicado su vida a impulsar los derechos de la mujer y evitar un posible retroceso.
Ahmadzai trabaja además por los derechos de la mujer en una de las provincias más peligrosas y atrasadas de Afganistán, la provincia oriental de Nangarhar, donde tanto los talibanes como el grupo yihadista Estado Islámico (EI) dominan amplios territorios.
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