2022 ha sido una añada fértil en todos los planos y ha conseguido que, por fin, el pasado sea el tiempo verbal más usado al unir pandemia y música en una misma frase. Algo en lo que artistas como Rosalía, Bad Bunny, Beyoncé, Taylor Swift, Harry Styles, Arcade Fire y Kendrick Lamar, Stromae, Rammstein y Arctic Monkeys han tenido mucho que ver.
Uno de los lanzamientos más esperados y destacados de 2022 llegó en marzo de la mano de Rosalía: Motomami. Un álbum, ganador del Latin Grammy, vertebrado por la fama, el sexo y las referencias familiares. Dieciséis temas en los que la catalana dinamitó todos los estilos musicales y preceptos para experimentar con la producción. A finales de julio regaló, con permiso de la sesión de Quevedo y Bizarrap con su repetidísimo Quédate, el éxito del verano: Despechá.
La artista volvió a los escenarios en el Motomami Tour, que en un primer momento sorprendió con la omnipresencia de sus cámaras en sus directos, puesta en escena por la que también ha apostado C. Tangana en su potente gira El madrileño. Rosalía volverá a actuar en España el año que viene, donde ya ha sido confirmada para el Primavera Sound junto a Kendrick Lamar, una de las grandes figuras de 2022 gracias a su elepé Mr. Morale & The Big Steppers.
Bad Bunny ha sido otro de los nombres propios. El puertorriqueño se ha alzado por tercer año consecutivo como el artista más escuchado del mundo en Spotify. Un puesto para el que ha sido determinante su disco Un verano sin ti. Con él ha hecho historia convirtiéndose en el primer cantante nominado tanto para el Latin Grammy como para el Grammy original, aunque no se llevó ninguno de los dos. Hits como Titi me preguntó y Me porto bonito han reinado en las noches de fiesta de todo el planeta.
El cantante despidió la semana pasada su World Hottest Tour en Ciudad de México, donde reivindicó, una vez más, sus raíces. "Estoy orgulloso de ser de donde soy, de ser latino, cantar en español y llevar mi cultura al mundo entero", explicó. Eso sí, se inicia el periodo de echar de menos a Benito, ya que anunció que va a tomarse un descanso el próximo año. "2023 es para mí, para mi salud física, mi salud emocional, respirar y disfrutar de los logros", argumentó.
El pop ha vivido un momento dulce con lo nuevo de Harry Styles, que además ha debutado como actor –con polémica incluida– en la película No te preocupes, querida de Olivia Wilde. Su tercer álbum, Harry's House, el más íntimo que ha lanzado hasta la fecha, se ha colado en todas las listas de éxitos. En la misma línea se ha situado Taylor Swift y sus Midnights. La estadounidense propuso con él un viaje nocturno plagado de reflexiones en voz alta sobre temas que consiguieron quitarle el sueño, desde su imagen pública a su vida sentimental. Otra gran diva, Beyoncé, ha propuesto un renacimiento de la música disco con su ambicioso Act I: Renaissance. La artista fusionó sonidos actuales con melodías clásicas de las décadas doradas de la música de baile.
Aunque empañado de controversia, We de Arcade Fire ha sido otro de los elepés más aplaudidos del año. Un reportaje publicado a finales de agosto contó con el testimonio de cuatro personas que denunciaron haber sufrido acoso sexual entre 2016 y 2020 por parte de Win Butler, líder del grupo. Él, por su parte, defendió en un comunicado que sus encuentros habían sido "consensuados". Feist, que iba a ser su telonera, decidió abandonar la gira. Aun así, han abarrotado igualmente estadios, incluido el WiZink Center de Madrid.
La banda de rock Rammstein ha aportado Zeit y Stromae, Multitude, con la salud mental como protagonista. Autofiction de Suede, Once Twice Melody de Beach House, The Dream de Alt-J y The Car de Arctic Monkeys se suman a la lista de los álbumes más destacados.
También ha sido el año de Bizarrap, cuyo estudio se ha convertido en el epicentro de la música urbana. Por el estudio del argentino han pasado y generado hits, entre una extensa lista de nombres, Duki, Villano Antillano, Tiago, Paulo Londra, Nathy Peluso, Residente, Anuel AA, Ptazeta, Snow Tha Product y Quevedo. Fruto de su sesión con el canario nació la citada Quédate, que actualmente acumula más de 800 millones de reproducciones en Spotify y 390 millones en YouTube. El artista ha revolucionado el panorama musical mundial con su voz ronca y se ha alzado como el español que más tiempo ha liderado la lista de Spotify Global. Su éxito ha sido a su vez una constatación de que la música urbana made in Canarias está marcando la agenda de la música emergente en este género.
2022 ha sido un año de bienvenida a nuevos artistas, regresos como el de Rihanna tras seis años de parón y adioses. Entre ellos, el más sonado es el de Joan Manuel Serrat. El cantautor arrancó su última gira el pasado mes de abril en Nueva York. "He decidido despedirme en persona. No me gustó sentirme despedido por una plaga", explicó.
La parada definitiva será Barcelona el próximo 23 de diciembre, día en que el emblemático artista se subirá por última vez a interpretar los temas con los que ha acompañado la vida de tantas almas durante más de medio siglo. Canciones como Mediterráneo, Para la libertad, Hoy puede ser un gran día y Penélope han pasado a la historia de la música como himnos que se heredan generación a generación, dejando un legado inmenso y único.
Más de 30 discos avalan su éxito desde que en 1967 grabara Ara tinc vint anys. Sin duda, Serrat es uno de los grandes estandartes del cancionero popular, el folclore catalán, la copla y el bolero. Su influencia ha sido clave en numerosas figuras posteriores, como Rozalén, que ha celebrado sus diez años de carrera con el elepé Matriz y dos conciertos en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. En ambos casos, la albaceteña propuso un viaje por el folclore de distintos rincones de España cargado de emoción, memoria y celebración.
Su trabajo, que ha contado con la colaboración de nombres como Rodrigo Cuevas, Tanxugueiras y Silvia Pérez Cruz es una muestra de la relevancia de la tradición dentro del panorama nacional. Como los propios Rozalén y Cuevas reconocieron en una entrevista en elDiario.es, "hace diez años el folclore no tenía capacidad de salir de su propio nicho y ahora está más de moda que nunca". Y no solo eso, está asentado y ha permitido que un disco que aúna gallego, catalán, euskera y castellano haya sido imaginable y posible.
El flamenco puede presumir de haber gozado de buena salud. "Es una gran noticia para nosotras y nuestro arte que los flamencos podamos estar en esta mesa junto a gente de tantas disciplinas", pronunciaron la cantaora Carmen Linares y la bailarina y coreógrafa María Pagés, al recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes el pasado mes de mayo. La primera, que cuenta con una trayectoria de cuarenta años, pertenece a la generación llamada a revolucionar el género, compuesta por Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente y Manolo Sanlúcar, que falleció en agosto.
El cante hondo ha sido igualmente ensalzado con los Premios Nacionales de Danza 2022 para Ana Morales y Andrés Marín. "El flamenco es tan grande que lo soporta todo", reivindicó el bailaor ante elDiario.es tras conocer la noticia. Al revisar los palmarés de condecoraciones, el cuarteto Las Migas se alzó con el Latin Grammy al mejor disco de flamenco por Libres, que, como describió su guitarrista Alicia Grillo a este periódico, concibieron como "un homenaje a la fuerza femenina, la naturaleza y la libertad". Con él se impusieron a Orgánica de Carmen Doorá, Leo de Estrella Morente, El cante de Kiki Morente y Ranchera Flamenco de María Toledo. Otro trabajo destacado ha sido Tercer cielo de Rocío Márquez.
Este género es uno de los que articulan la trayectoria de Silvia Pérez Cruz, distinguida con el Premio Nacional de las Músicas Actuales. El jurado eligió a la catalana por "la calidad creativa e interpretativa de su carrera", así como "por la naturalidad, la versatilidad y la audacia de sus propuestas". Este año ha lanzado el dueto junto a Rozalén Amor del Bo. Jorge Drexler, por su parte, con quien colaboró en 2015 con el tema Soledad, ha triunfado en los recientemente entregados Latin Grammy, en los que recogió siete premios. Entre ellos, el de mejor canción y grabación del año por Tocarte, con C.Tangana. Fito Páez, que ha celebrado los 30 años del mítico álbum El amor después del amor con dos conciertos, se hizo con tres.
Otros veteranos que han lanzado nuevos trabajos en 2022 han sido Fangoria. Alaska y Nacho Canut, que llevan más de 30 años en la industria, han publicado Edificaciones paganas. Un elepé compuesto por cinco canciones que combinan cabaret electrónico y tecno pop. Sus letras versan sobre refugiarse en uno mismo, quitarle importancia a las opiniones ajenas y el amor a Benidorm. En un año nacional tan fructífero, el 'pero' lo han protagonizado los festivales que, si bien han dado un importante paso adelante respecto a la temporada anterior, han dejado un reguero de denuncias y sanciones.
España ha ganado Eurovisión únicamente en dos ocasiones. Massiel triunfó con La, la, la en 1968 y, un año después, Salomé repitió primer puesto con Vivo cantando. Desde entonces, los eurofans sueñan cada año con volver a ver a algún artista nacional levantar el micrófono de cristal. Para ello, los procesos de selección de candidato han sido claves; pero desde la elección de Rosa López en 2002 y la de Amaia y Alfred en 2017 –empujadas por el fenómeno que supusieron sus respectivas ediciones de Operación Triunfo–, la selección de representantes no había vuelto a tener, ni de cerca, la misma repercusión. Hasta 2022.
RTVE apostó por recuperar el espíritu del Festival Internacional de la Canción de Benidorm, rebautizado como Benidorm Fest, para escoger al candidato; y fue todo un acierto. El evento acaparó miradas y, más allá del certamen europeo, se convirtió en una potente y necesaria plataforma de exhibición del talento del país.
La banda murciana Varry Brava pudo darse a conocer más allá del público más indie, en la misma línea que Javiera Mena, que posteriormente ha publicado el disco Nocturna. Aun así, las grandes triunfadoras fueron Rigoberta Bandini con Ay, Mamá y Tanxugueiras con Terra, que han aprovechado la notoriedad del concurso para lanzar nuevos trabajos –La Emperatriz y Diluvio, respectivamente– y recorrer todos los festivales posibles.
Rigoberta Bandini cerrará a finales de mes su gira de despedida "por un rato largo", en la que se ha consagrado como icono. Sus conciertos han sido fiestas de libertad, comunión, reivindicación de las tetas y los saltos. Perra, In Spain we call it soledad y Así bailaba han sido rugidos en recintos de toda España, contagiados por el gamberrismo, desate y liberación que proponen Paula Ribó y compañía.
Más allá de las valiosas consecuencias de los finalistas a nivel individual, si hay algo que ha conseguido el Benidorm Fest es devolver la ilusión por Eurovisión y enviar una candidatura de nivel. Chanel, que es quien peor ha gestionado su glorioso paso por Eurovisión, logró un histórico tercer puesto con SloMo. Gesta que no se alcanzaba desde que en 1995 Anabel Conde quedara segunda con Vuelve conmigo.