La mirada de la escritora madrileña a la niñez y juventud trans en el Madrid de los ochenta y noventa se ha ganado con honores ser uno de los libros más destacados del año; por la crudeza, desgarro y singularidad con la que logra que su lectura sacuda y conmocione. Narrada en primera persona, la primera novela de la autora de La habitación de las ahogadas, recorre la adolescencia de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar, que intenta comprenderse a sí misma y al mundo en el que vive, donde cada paso que da viene acompañado de violencia. "Habla sobre estrechar lazos y perderlos. También sobre cómo somos un poco torpes a veces para estrechar lazos por mucho que queramos", explicó Alana S. Portero a mi compañera Elena Cabrera en esta entrevista sobre su volumen.
Tras la prodigiosa Hamnet, Maggie O'Farrell ha vuelto a contar la historia de una mujer excepcional en un mundo absolutamente hostil. En este caso la de Lucrezia Médici en la Florencia de mediados del siglo XVI. Una niña callada con gran talento para el dibujo que desarrolla en su particular y tranquilo lugar dentro del palazzo, hasta que la muerte de su hermana María la sitúa en el centro de atención. Ella toma el relevo como esposa del hijo del duque de Ferrara, en cuya corte es recibida con recelo. Solo tiene 15 años, pero el objetivo que se espera de ella, proporcionar cuanto antes un heredero del título, se convierte en la máxima prioridad igualmente. El resultado es un nuevo y emocionante ejercicio de orfebrería sobre el poder y la lucha por la supervivencia.
La bailarina, coreógrafa, directora teatral y circense Greta García debutó en la novela con un texto que empuja a reflexionar, invita a la acción, descorazona, hace reír, da asco, atrapa e irrita por lo real que es. Y lo hizo escribiendo en andaluz y a través de Pili, una bailarina que es encerrada en la cárcel por, como ella misma describe, "volverse terrorista" y "rebelarse contra la institución y la democracia". La escritora reconoció a este periódico que más que haber escrito la novela, parece haberla vomitado. Por lo real que es, por cómo abraza lo escatológico y explícita que es independientemente del tema que aborde; ya sea el deseo sexual, el hartazgo hacia el poder o el sinsentido de la presión.
El escritor almeriense, que fue exiliado durante la dictadura, murió en 1998 olvidado por su país pero siendo una estrella en Francia. Cabaret Voltaire ha editado este año El hombre arrodillado, una de sus novelas que todavía no había sido traducidas. El autor clavó en ellas sus dardos en la Transición y la movida madrileña, a través de un hombre que viaja al sur en busca de dinero y después a Madrid, para ver que los pobres nunca cuentan, ni para el dictador ni para los socialistas. Su relato es una crítica a la sociedad de consumo en la que cada vez se ensancha más la brecha entre los que más tienen y los que menos. Y plantea su propia respuesta al gran interrogante que él mismo propone: "Una vez de rodillas, ¿podremos levantarnos algún día?".
La ganadora del Nobel de Literatura 2018 es la responsable de este volumen que recorre las andanzas de Jacob Frank, un hombre que se autoproclamó Mesías en pleno Siglo de las Luces. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, este joven judío de reinventó una y otra vez recorriendo dos imperios (el de los Habsburgo y el Otomano), profesó tres religiones, soliviantó a las autoridades, reunió discípulos y creó una secta que abogaba por romper tabúes y practicaba, según algunos rumores, ritos orgiásticos y bacanales.
La autora reconoció en su visita a España el pasado mes de septiembre que quiso usar la figura de esta figura que había sido borrada del imaginario para explorar "las relaciones que se establecen entre los recién llegados y los que ya están. Vi fantástico contar el punto de vista de los primeros. Las personas que pasan de vivir su tradición con sus idiomas y costumbres y que, al verse en una nueva situación, se ven obligados a negociar".
El escritor argentino ha firmado esta novela que explora los entresijos del poder del dinero, la codicia y la ambición a través de la historia de Benjamin Rask y su esposa Helen, que en los años 20 dominaban Nueva York. Él, como magnate financiero que amasa una fortuna, y ella como hija de unos excéntricos aristócratas. Sin embargo, a medida que la década llega a su fin, y sus excesos van revelando un lado oscuro, a la pareja empiezan a rodearles las sospechas. El autor compone un puzle literario en el que suma voces, versiones confrontadas que se complementa y contradicen, enfrentando al lector con los límites entre la realidad y la ficción. Así como la verdad y su versión manipulada. Fortuna es un ingenioso juego de espejos que explora todas las capas del capitalismo americano.
La francesa ha armado en su último libro un retrato de la sociedad del MeToo, la perplejidad de los hombres ante el nuevo escenario, la caricatura que algunos han intentado hacer de esta época, el acoso online y las consecuencias que tiene para las víctimas denunciar. Y lo hace a través de tres personajes: un hombre cancelado, una actriz olvidada y una joven que acusa de abuso sexual al escritor del que fue su responsable de prensa. "La violencia online contra las mujeres es tan grave como otras, es una violencia real. Y no hay respuesta", afirmó Despentes a mi compañera Ana Requena en esta entrevista, sobre uno de los conflictos que aborda en el volumen.
"A mi cerebro la gustaría olvidar qué se siente al ser tratada solo como un cuerpo, un ensamblaje de agujeros". Esta es solo una de las reflexiones que Erin Williams vomita en la novela gráfica En tren. Autobiografía de la vergüenza. Un libro que escuece por lo directo, visceral e incómodo que es, en su inmersión en la mente, corazón y entraña de una mujer que, desde que se levanta hasta que se acuesta –con ida y vuelta del trabajo incluida– comparte cómo se siente en cada momento, incluyendo recuerdos de los hombres que abusaron de ellas. También de su problemática relación con las drogas y el alcohol; que en determinados episodios de su vida ha sido la no mejor ni seguramente la más sana herramienta para disociarse de sí misma, llevarse al límite, olvidarse, sufrirse y hasta encadenarse.
La dibujante sevillana firma esta novela gráfica cuya protagonista vive en un pueblo en ruinas sin más compañía que los perros y una flor especial, que parece reaccionar a sus sentimientos. Le recuerda a tiempos mejores, a la algarabía del pueblo y la fertilidad de los campos, ahora colmados por paisajes desolados de un mundo rural que agoniza. Medem ideó la historia a través de un artículo que tuvo que ilustrar sobre un hombre de la selva del Amazonas, el último de si tribu. "A partir de ahí se me ocurrió la historia, pero luego la llevo a mi imaginario", explicó a mi compañero Gerardo Vilches, sobre un imaginario que tiene mucho que ver con el folclore y el paisaje andaluz.
Ian McEwan recorre en Lección los grandes acontecimientos políticos internacionales sucedidos a partir de la segunda mitad del siglo XX a través de la vida de Roland Baines, un personaje que funciona como alter ego del autor británico en algunas de sus circunstancias. De niño, el personaje fue enviado a un internado en el que tuvo una experiencia fascinante y traumática a partes iguales con su profesora de piano. Con el tiempo sigue igualmente adelante con su vida, aunque el momento en el que su mujer, Alissa, le abandona sin darle explicaciones, los cimientos de su realidad se tambalean y se ve obligado a reconstruir todos sus recuerdos para tratar de entender lo sucedido. "Me interesa cómo esos acontecimientos con mayúsculas son capaces de penetrar en nuestras vidas a un nivel más íntimo", explicó el autor en la presentación del ejemplar.
Las memorias de Britney Spears han sido uno de los testimonios más poderosos del año, por cómo, por fin, la cantante de adueñó de su propio relato. Libre de la mordaza que la ha mantenido controlada, infantilizada y en algunos momentos hasta tutelada durante sus 41 año de vida; la cantante se ha abierto en canal para contar en primera persona episodios como el doloroso aborto al que se sometió sin acudir al hospital tras quedarse embarazada de Justin Timberlake. Además de por qué se rapó la cabeza al cero en 2007 y cómo se gestó su beso con Madonna durante su actuación en los MTV Music Awards en 2003.