El plazo de la consulta pública terminó el pasado 10 de diciembre del 2024. Aclara el Ministerio que dirige Ernest Ursatun que tras el análisis de las aportaciones recibidas, “y ante la falta de consenso por parte del sector cultural”, optaba por la retirada de la tramitación. Diferentes asociaciones profesionales (Alianza Audiovisual, ACE Traductores, ADE, FADIP, FACED, Unión de Correctores o Plataforma de Editores Independientes de Cómic) redactaron en diciembre un comunicado conjunto bajo el lema “Así, no”.
Estos artistas pedían indemnizaciones por el uso realizado hasta ahora, así como poder otorgar permisos de manera individual. En lugar de un sistema que permitiera a cada creador autorizar o rechazar el uso de su obra para el entrenamiento de IA, Cultura propuso un sistema de “licencias colectivas ampliadas”, que facilitaría este uso de manera generalizada con la condición de que las empresas paguen una compensación económica.
Urtasun quiere “regular el uso” de la IA pero también “proteger el trabajo de los creadores culturales ante la vulneración de sus derechos”. Por ello, emprenderá ahora un “proceso de diálogo” con el sector cultural, con el objetivo de buscar “la mejor manera” de dar respuesta a la petición de las tecnologías sin desproteger los derechos de los creadores.