Precariedad laboral y económica, el uso de drogas como llave para acceder a un estado de percepción alternativo, la opresión del Estado a través de las instituciones (y más concretamente de la policía), la emergencia del fascismo y, por supuesto, la música como refugio de todo ello.

Y, aunque es cierto que Grimaldo no es ni mucho menos el rapero más virtuoso ni con más recursos del Estado, cuenta con una ventaja sobre el resto que hay que tener muy en cuenta: la convicción de sus palabras y de su interpretación. Si su directo es una experiencia visceral, estas trece nuevas canciones consiguen transmitir toda la urgencia, la rabia y también el amor que este singular Juan Palomo ha puesto en ellas encerrado en su estudio doméstico. Es una cuestión moral hacer que poco a poco su voz deje de ser tan solo un referente para iniciados.

 

Jack Peñate

After YouXL / Popstock!POP6

Hace diez años Jack Peñate publicó su segundo disco, Everything Is New, salió a girar y, cuando esos conciertos llegaron a su fin, arrancó una nueva etapa de autoexploración personal y profesional.

La consecuencia de todo ello, este disco, se ha hecho esperar más de la cuenta, hasta el punto de que hoy por hoy cuesta trabajo identificarle con aquella vibrante escena del South London formada por Adele, Lily Allen, Jamie T, Kate Nash o él mismo. Cada uno ha hecho su camino, la mayor parte de ellos con notable éxito, y Peñate permanece hoy como una isla, ajeno a aquello u otros nombres, ajeno casi hasta de sí mismo.

Porque After You es un disco que se distancia unos cuantos cuerpos de aquel joven guitarrista con querencia por la new wave. Un trabajo que ahonda en la idea del autodescubrimiento, tal y como dan a entender estas líneas extraídas de Swept to the Sky, canción que relata sus experiencias en la jungla peruana: "Luego una neblina de los amantes del pecado / lentamente se arrastró hasta mi cráneo a través de mi piel / Y mi cuerpo fue elevado en alto / Y me sentí arrastrado hacia el cielo".

No todas las experiencias reveladas a lo largo del disco cuentan con ese carácter abiertamente psicodélico. En Gemini por ejemplo Peñate recurre a sus ancestros y toma prestadas unas líneas de su abuelo, el poeta Mervyn Peake, recitadas por su tío. El tono general del disco, dominado por el piano, refuerza un componente emocional prácticamente inédito en su discografía. De esta forma revaloriza diez canciones que, a pesar de ello, no son especialmente brillantes ni en lo musical ni como ejercicios de música pop.

 

Javier Díez Ena

Theremonial 2Beat GenerationEXÓTICA7

Segunda entrega de lo que va camino de convertirse en material de coleccionismo y fetiche para los aficionados a las músicas singulares. El incombustible Javier Díez Ena (Dead Capo, Ginferno, Forastero,…) vuelve a la carga con su faceta artística más delirante apenas unos meses después de la publicación de su disco como L´Exotighost. Como el propio nombre del proyecto deja entrever, esta colección de diez canciones han sido interpretadas con la única ayuda de varios theremines, el mágico instrumento inventado hace casi un siglo por Léon Theremin.

A los múltiples discos que a lo largo y ancho del planeta se han publicado por parte de virtuosos del theremin, Díez Ena aporta un conocimiento de la música popular enciclopédico e imaginación desbordante. Por eso el uso del instrumento escapa del canon y plantea usos diferentes de aquellos a los que estamos acostumbrados –sin ir más lejos la posibilidad de utilizarlo como instrumento de percusión-. De esta manera, estos diez temas instrumentales van de la exótica al doo-woop, pasando por la conga o, por supuesto, la sintonía de ciencia ficción. Único en su especie.

 

Ozuna

NibiruSonyLATINO7

Fiel a su hiperactividad Ozuna termina 2019 con un álbum -¡18 canciones!- que viene a completar un año frenético en el que el puertoriqueño ha entregado éxitos globales como Baila, baila, baila o sus colaboraciones junto a Rosalía -Yo x ti, tú x mí- o Jhay Cortez -Easy-. En realidad los LPs son para Ozuna un campo de pruebas que le permite experimentar con incursiones en otros territorios.

Mientras el músculo de su producción se encuentra en singles claramente enfocados a la conquista de las listas, en Nibiru -el nombre de un cuerpo celeste de la mitología babilónica- se abre el campo a colaboraciones como las de Diddy –Puff Daddy- o Snoop Dogg que dan en ritmos y sonidos poco habituales en la carrera de Ozuna. Es el caso del no demasiado afortunado reggae Temporal, junto a Willy, o el electrorap de Eres Top -con DJ Snake y el citado Diddy– y Patek –con Anuel AA y Snoop Dogg-, dos arietes que golpean en la puerta de los States y amenazan con reventar un poco más las murallas antilatinas de Donald Trump.

No son las únicas salidas de guión del disco: Amor genuino y Qué pena, arregladas al piano y con orquestación, desprovistas del característico ritmillo que ha llevado al reggaetón a ser global, permite vislumbrar al compositor romántico que a menudo hemos ninguneado. La inclusión de Baila, baila, baila viene a dar satisfacción a los fans del Ozuna estelar, del hombre cuyas canciones cuentan con mayor número de visualizaciones en YouTube de todo el mundo. Un Ozuna que sigue sin completar ese álbum sobre el que se construyan los cimientos de un nuevo orden musical, como sí han hecho Balvin o Bad Bunny, pero que se encuentra cómodo con los tímidos pasos adelante que se perciben en Nibiru.

 

Sen Senra

SensacionesSonido MuchachoPOP9

El que una vez fue calificado como el Mac Demarco español ha decidido convertirse en una suerte de Blood Orange local. El proceso de trasformación ha durado un par de años, no demasiado si tenemos en cuenta que Sensaciones es sin lugar a dudas uno de los lanzamientos nacionales de este año, un disco que tal y como ocurrió hace unos meses con el debut Blanco Palamera -amigos y componentes de la banda de directo de Sen Senra- está llamado a convertirse título bisagra para la generación de aficionados al pop de nuestro país.

En su papel de romántico empedernido, el músico gallego afincado en Madrid se aferra a un sentido falsete para contar historias de abandono y desamor. Nos dará alas, el precioso single publicado el pasado año, era la puerta de entrada a un universo en el el que pop lo-fi de antaño deja paso a una producción en technicolor, canciones compuestas a partir de la guitarra pero que ahora se enriquecen con bajos funk, ritmos electrónicos, cadencias hip hop y sensibilidad cercana al soul.

Sobresaliente es también el trabajo en las mezclas de un disco que explora las posibilidades del estudio como un instrumento más, con faders sorpresa, balanceos de la señal y una sensación de sonido en alta fidelidad que definitivamente deja atrás el carácter indie de su producción anterior. Lo más difícil ya está hecho, ahora sólo falta refrendarlo con unos directos (y un discurso) a la altura de un disco magnífico.

 

Texxcoco

Side Effects of Proximity Pt 1.SubterfugeROCK6

En un momento en que las listas de éxitos están tomadas por los sonidos urbanos y/o latinos a lo largo y ancho del planeta, los sellos que defienden la vigencia y el valor de la música de guitarras se conforma como una suerte de ruidosa resistencia. Es el caso del sello madrileño Subterfuge, que pesar de haber tocado palos bien diferentes durante sus tres décadas de existencia parece empeñado en reivindicar para sí su talante guitarrero y juvenil.

Los canarios Texxcoco forman hoy por hoy junto a Mourn y The Levitants la columna vertebral de un sonido que conecta con los orígenes del sello y con sus años de gloria, Dover mediante. Como estos cuando grabaron el ya legendario Devil Came to Me, Texxcoco no dudan en recurrir al inglés como idioma vehicular del rock global, y fijan sus referentes en formaciones hoy históricas como Pixies, Sugar y, en general, toda la gran camada guitarrera que dio el posthardcore norteamericano allá por la década de los 80 y los primeros 90.

Su tercer disco supone un paso adelante para el grupo, en plena búsqueda de la intensidad y de composiciones más complejas, mayormente de corte instrumental. Registrado en los Estudios Brazil, la alternativa nacional a los Electrical Audio de Albini, con similar filosofía a la hora de permitir a los grupos sonar a ellos mismos con tomas prácticamente en directo y un sonido crudo, sin adulterar, Side Effects of Proximity nos acerca a una banda tal vez no singular en su propuesta, pero convencida de lo que hace y con los colmillos bien afilados.