El escritor Eduardo Romero publica una novela donde pone el foco con delicadeza, "a cámara lenta", en la atención a los ancianos, un trabajo que asume en gran medida la población migrante
Kim Hye-jin, la voz literaria del nuevo realismo coreano: “¿Sirve para algo pedir perdón? No lo tengo tan claro”
Primero, la mantita que le tapa los pies. Después, la colcha, la manta y la sábana, todo al armario, empieza la jornada. Para el anciano, no para su cuidadora, que lleva horas de trajín por la casa para que todo se mantenga en orden y preparado.