La Procuraduría General de la República de Brasil solicitó este domingo a la Corte Suprema que revoque la decisión de un magistrado que permitió a la Alcaldía de Río de Janeiro decomisar libros que aborden temáticas de homosexuales ofrecidos a menores de edad.
La petición para que el máximo tribunal se pronuncie sobre el asunto fue hecha por la procuradora general, Raquel Dodge, para "impedir la censura al libre tránsito de ideas, a la libre manifestación artística y a la libertad de expresión en el país".
La decisión del Ministerio Público agrega un nuevo capítulo a la novela iniciada el jueves, cuando el alcalde de Río, el pastor evangélico Marcelo Crivella, protestó contra la exposición en la Bienal del Libro de esta ciudad de un cómic en el que aparece el diseño de los dos adolescentes homosexuales besándose.
Tras manifestar su rechazo a la exposición del cómic sin ninguna restricción para menores, Crivella ordenó el viernes el envío de un equipo de fiscales a la Bienal, que cierra sus puertas este domingo, para decomisar libros considerados inapropiados para menores de edad que estén expuestos sin las respectivas advertencias.
El alcalde alega que la legislación establece que publicaciones con contenido considerado inadecuado para menores pero dirigido al público infanto-juvenil tienen que estar envueltas en plástico negro y tener las debidas advertencias, para que los padres decidan si autorizan o no el acceso a sus hijos.
Pero un juez del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, a petición de los organizadores de la Bienal, determinó que la Alcaldía no puede imponer ese tipo de restricciones por tratarse de una medida de censura y un atentado a la libertad de expresión.
Esa primera decisión judicial fue revocada el sábado por el presidente del Tribunal de Justicia de Río, magistrado Claudio de Mello Tavares, quien, ante un recurso de la Alcaldía, dijo que en la ley sí está prevista la retirada del mercado de libros con contenido impropio para menores que esté destinado a niños o jóvenes y que esté expuesto sin las debidas advertencias.
Tras la sentencia de Tavares, la Alcaldía envió un nuevo grupo de fiscales a la Bienal en la noche del sábado para decomisar libros cuya exposición pudiera estar violando la ley, pero los funcionarios abandonaron el evento sin ninguna publicación y dijeron que no habían identificado ninguna irregularidad.
El libro que generó la polémica es el cómic "Vengadores: La cruzada de los niños", una publicación de los estudios Marvel sobre un grupo de superhéroes y en la que dos de los protagonistas de sexo masculino fueron dibujados en una escena besándose, aunque totalmente vestidos y sin ninguna otra connotación sexual.
En protesta por la intención de la Alcaldía de decomisar libros, el youtuber brasileño Felipe Neto adquirió y distribuyó gratuitamente el sábado en la Bienal 14.000 publicaciones que abordan temáticas de homosexuales.
Varias parejas de homosexuales, además, se besaron pública y simultáneamente en una protesta dentro de la Bienal, cuyo público abucheó a los fiscales durante su visita al evento.
Para poner fin a la polémica, Dodge, en un recurso enviado al presidente del Supremo Tribunal Federal, magistrado José Antonio Dias Toffolli, solicitó que revoque la medida "inconstitucional".
"La decisión viola frontalmente la igualdad, la libertad de expresión artística y el derecho a la información, que son apreciados intensamente por la Constitución, por los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Brasil y por diversos precedentes del Supremo Tribunal Federal", alegó.
Para Dodge, la intención de la Alcaldía atenta contra la igualdad debido a que "discrimina frontalmente personas por su orientación sexual e identidad de género".
De depender del magistrado Celso de Mello, el más veterano de la Corte Suprema, el tribunal atenderá la petición de la procuradora debido a que, en su opinión, la decisión de la Alcaldía de Río de Janeiro constituye un "acto gravísimo".
En una nota que envió al diario Folha de Sao Paulo, Mello alertó que "bajo el signo del retroceso, cuya inspiración resulta de las tinieblas que dominan el poder del Estado, un nuevo y sombrío tiempo se anuncia: el tiempo de la intolerancia, de la represión al pensamiento, de la interdicción ostentosa del pluralismo de idas y de repudio al principio democrático".
Para el magistrado, "mentes retrógradas, que cultivan el obscurantismo y hacen apología de una sociedad distópica se erigen, por ilegítima autoproclamación, a la inaceptable condición de sumos sacerdores de la ética y las normas morales y culturales que quieren imponer, con el apoyo de sus acólitos, a los ciudadanos de la República".