España se planta en Bruselas tras la

España se planta ante la "tomadura de pelo" de la última propuesta de la Comisión Europea para aplicar un tope al precio del gas. Un instrumento que el propio Ejecutivo comunitario reconoce que nunca se habría aplicado en lo peor de la crisis de precios de agosto pasado. Un mecanismo, por tanto, de casi imposible aplicación, que se activaría cuando durante dos semanas se superara el precio de 275 euros en el TTF holandés y, al tiempo, la diferencia con el precio del gas natural licuado internacional superara los 58 euros.

Para el Gobierno español "no es serio", ha dicho la vicepresidenta Teresa Ribera, que este jueves ha acudido a la reunión extraordinaria de los ministros de Energía de la UE y ha lanzado un mensaje claro: España no respaldará ninguna medida energética más hasta que se incluya el tope al precio del gas factible.

"Hay tres textos", ha explicado Ribera a su llegada al Edificio Europa en Bruselas: "Uno que pretende reforzar la solidaridad para con los países que puedan tener más dificultades, incluso forzando la aportación de recursos por parte de quienes sí dispongamos de capacidad para solventar las dificultades; y un segundo sobre las maneras de acelerar el despliegue de energías renovables. Estos dos son presentados para su adopción. Además, se presenta para el debate general un tercer texto hecho público por la Comisión Europea sobre cómo limitar el incremento del precio del gas. A nosotros nos parece que los tres textos tienen una relación muy estrecha y sería enormemente desequilibrado adoptar hoy las propuestas presentadas por el Consejo sobre cómo acelerar el despliegue de renovables y cómo reforzar la solidaridad para con quien lo necesita y, sin embargo, dejar en el vacío una propuesta hecha por la Comisión que a todas luces nos parece absolutamente inaplicable, ineficaz y fuera del propósito y de las demandas reiteradas por el Consejo de Energía y por el Consejo Europeo como aspecto prioritario para abordar esta crisis".

"Es más", ha proseguido Ribera, "creemos que la propuesta hecha pública por la Comisión puede generar el efecto contrario al deseado, que incentivará un incremento de precios del gas más que contener los precios del gas. Con respecto a las dos propuestas que se presentan para adopción, no es posible adoptarlas si no es en el mismo paquete, en el mismo día, que la relativa al tope del precio del gas".

Ribera ha reconocido que el de este jueves "es un consejo complicado en el que las posiciones nacionales están divididas. Hay una gran mayoría de Estados miembros que ve con gran preocupación lo lenta que está reaccionando la Comisión al mandato que ha recibido por parte del Consejo Europeo, por parte del Consejo de Energía. Hay algunos Estados miembros que se sienten incómodos con ese enfoque de aprobar hoy dos reglamentos y dejar para más adelante el debate sobre el tope máximo al gas".

Según la vicepresidenta, "el mecanismo [propuesto por Bruselas] tiene tres problemas serios de diseño de precio y de condiciones. Es decir, los tres elementos centrales están mal planteados. Hay una cosa muy buena y es que la Comisión ha presentado una propuesta, tenemos un texto sobre el que poder discutir, y creo que esto permite que a nivel técnico se pueda ir perfeccionando. A nuestro juicio, no puede exigirse un precio tan alto que nunca jamás llegará a aplicarse. Es decir, este verano no se hubieran podido aplicar estas previsiones porque se exige que durante 15 días seguidos se supere ese umbral de precios. Creemos, además, que poner un precio fijo es un error. Pensamos que sería mucho más razonable poner un precio dinámico. Pero tal y como están definidas las tres condiciones, parece diseñado precisamente para garantizar que nunca jamás se llegue a aplicar. Y eso nos parece que es una broma de mal gusto por parte de la Comisión".

En este sentido, Ribera ha insistido: "Sería un error dar salida a las propuestas de solidaridad y de compra conjunta sin tener claro qué representa eso en términos de impacto en los precios a los que se oferte ese gas o a los que se va a proporcionar para con quienes mostramos solidaridad. Las tres cosas están vinculadas y es lo que falta en el modo en el que se ha gestionado. Pensamos que estamos en condiciones de poder llegar a un acuerdo en torno a las líneas maestras de las tres cosas en muy pocos días, en dos semanas, en tres semanas. Pero creemos que respaldar hoy parte de ese paquete, dejando abierto un elemento tan importante como es la orientación sobre la senda general de precios a la que compramos sería sería un enorme error. Así que, a nuestro juicio, deberíamos adoptar las tres cosas simultáneamente y evitar el error de respaldar dos propuestas que son importantes pero parciales, y dejar a una incertidumbre que está por resolver la cuestión de cómo se abordan los precios máximos, el tope del precio del gas, que es el origen del problema que estamos viviendo en este momento".

"Ttiene poco sentido que se introduzcan horquillas tan altas como la que hace la Comisión", ha explicado Ribera: "Puede generar el efecto contrario al que se persigue. Y es que simplemente se dé el mensaje de que Europa está dispuesta a comprar a ese precio y, por tanto, lo que hagamos sea una llamada al alza a los precios a los que se nos vende gas en Europa. Así que ni por el umbral que ha marcado la Comisión, ni por el modo en el que define el funcionamiento de ese umbral, nos parece acertada la propuesta".