El Tribunal Supremo ha sentenciado que 92 auxiliares del Banco de España podrán mantener sus plazas obtenidas en un proceso selectivo en 2018 sin tener que repetir una de las pruebas, que había sido recurrida, y que la Audiencia Nacional había obligado a volver a realizar a todos los aspirantes. El alto tribunal rectifica de esta manera la sentencia previa y los trabajadores que ya llevan un lustro en sus puestos de trabajo no tendrán que volver a examinarse. Si repetirá la prueba para el resto de aspirantes que, si logran una nota superior al último de los admitidos, el Banco de España tendrá que incorporarlos.

La sentencia, avanzada por Invertia y consultada por este medio, está fechada a 14 de febrero y pone fin a varios años que han mantenido en vilo a casi un centenar de trabajadores del supervisor. El caso se remonta a 2017, cuando se abrió un proceso de selección que constaba de varias fases y que, grosso modo, valoraba en un 60% los conocimientos y en un 40% la experiencia. Esta última fase provocó suspicacias entre algunos de los aspirantes, que habían superado los primeros exámenes pero cuya nota en el último de los criterios les dejó fuera de la plaza.

El proceso admitió a 2.849 aspirantes. A la primera fase concurrieron 1.837 aspirantes. La prueba general fue superada por 706, de los que 685 se presentaron a la prueba de conocimientos generales, que aprobaron 330, según explica la sentencia del Supremo. De ellos, en la prueba de conocimientos prácticos aprobaron 200. Fueron finalmente 199 aspirantes los que concurrieron a la valoración de méritos, que se realizó por parte de una consultora, y que se encuentra en el centro de la controversia judicial.

Una de las aspirantes recurrió el proceso realizado en esta última fase. Consideraba que "en el proceso selectivo primó la arbitrariedad sobre la discrecionalidad técnica, conculcando los principios de igualdad, mérito, capacidad, publicidad, seguridad jurídica y confianza legítima", según recoge la sentencia.

La Audiencia Nacional estimó este recurso y consideró que era necesario repetir la prueba. "Por tanto, se trata de que todos los que superaron la primera fase eliminatoria de aptitud, sean valorados y así garantizar los derechos de todos los aspirantes a ser valorados en las mismas condiciones por el tribunal calificador y no por terceros, reiteramos, en las mismas condiciones, amén que al afectar la nulidad a toda la fase controvertida no resulta de aplicación", señalaba aquella sentencia, dictada en 2021.

El Supremo señala ahora que no todos deben repetir la prueba controvertida. "Según nuestra jurisprudencia, aquellos aspirantes que superan un proceso selectivo anulado o declarado nulo, y obtuvieron plaza, deben ver respetada su situación cuando sean ajenos a la causa determinante de la nulidad o anulación y así se justifique por el tiempo transcurrido desde la obtención de la plaza", apunta. "Las infracciones determinantes de la invalidez del proceso selectivo son imputables exclusivamente a la Administración mientras que los aspirantes que lograron el nombramiento son ajenos a ellas", añade.

Más allá de esto, el Supremo reconoce los argumentos de la Audiencia Nacional en contra del proceso de selección del concurso de méritos. La consultora a la que se encargó este apartado fue responsable del dictamen final, algo que entienden que no debería haberse producido sin una decisión última por parte del tribunal encargado del proceso de selección. Sí corrige, sin embargo, que la retroacción de este examen afecte también a aquellos que obtuvieron la plaza.

El Supremo considera que esta decisión servirá a la demandante, que "verá satisfechos todos sus derechos si, tras la evaluación de sus méritos en forma debida, le correspondiera una puntuación tal que le permitiera igualar o superar a la del último de los aprobados con plaza y ser nombrada con todos los efectos favorables desde el mismo momento en que surtieron para los que recibieron el nombramiento en su día".