El Gobierno ha retomado este lunes la negociación con los agentes sociales para la reducción de la jornada laboral. El Ministerio de Trabajo ha ofrecido a la patronal, reacia a la disminución del tiempo del trabajo, un plan de acompañamiento a las pequeñas empresas y bonificaciones para aquellos negocios con menos de 10 empleados que necesiten hacer contrataciones para aplicar las 37,5 horas semanales que el acuerdo entre PSOE y Sumar comprometía para 2025.

“Esta mesa ya ha avanzado muchísimo”, ha señalado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, al término del encuentro. “El Gobierno está haciendo un enorme esfuerzo para adaptar estas medidas a la realidad” del tejido productivo español, ha defendido. Según los datos del ministerio, el 90% de las empresas españolas tienen menos de 10 personas en nómina, que suman un total de 3,5 millones de empleo.

“Sabemos de sobra que la reducción de jornada ya la disfrutan muchos trabajadores y trabajadoras, los empleados públicos, el personal de la banca, mucho personal en el espacio de las telecomunicaciones o las grandes empresas, pero esto no basta”, ha reivindicado el secretario de Empleo, que ha apostado por “democratizar el tiempo, que no puede ser un privilegio de algunos sectores”. En total, la medida beneficiaría a unos 13 millones de trabajadores y trabajadoras.

La nueva propuesta de Trabajo para atraer a la patronal al acuerdo pasa por ofrecer bonificaciones a aquellas empresas de menos de 10 trabajadores que necesiten realizar contrataciones a consecuencia de la reducción de la jornada laboral. Por el momento, el único requisito sería que se trate de contrataciones indefinidas, pero Pérez Rey ha señalado que el Ministerio continúa abierto a las aportaciones de los agentes sociales, especialmente a las organizaciones que representan a pymes y autónomos en la mesa. “No es un elemento cerrado”, ha señalado.

Además, el Gobierno ha ofrecido un “sistema de acompañamiento a los pequeños empresarios”. Un 'plan pyme 37.5' con el que el Ministerio quiere “orientar, formar y asesorar” a través de los centros de orientación y empleo financiados con los fondos europeos. “Vamos a divulgar, a llevar a cabo guías técnicas, principalmente por sectores, para poder acompañar ese tránsito de las pequeñas empresas”, ha explicado Pérez Rey. Entre las medidas de apoyo a las empresas, se incluye también asesoramiento en materia de registro horario, otra de las patas, junto a la desconexión digital, de la negociación.

Desde el ministerio señalan que esta medida ayudará a “crear empleo, mejorar la productividad y generar tiempo libre, del que se beneficiarán estas empresas”. “No todo el tiempo liberado por la reducción de jornada irá a nuevo empleo”, ha reconocido el número 2 de Yolanda Díaz, porque las compañías “mejorarán la productividad”.

Precisamente, el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, había sido especialmente duro en el tono contra el Gobierno. “Necesita interlocutores sumisos para ejecutar su asalto a la empresa”, llegó a decir el pasado mes de julio, cuando acusó al Ejecutivo de contar con una “estrategia más amplia que impugna el modelo de libre mercado” y “que adopta tesis comunistas”.

El secretario de Estado ha celebrado el “espíritu más constructivo” de la patronal en la mesa del diálogo social de este lunes. A falta de que el ministerio traslade a sindicatos y empresarios el documento completo, estos últimos se habrían comprometido “a revisarlo y estudiarlo”. “Entiendo que con vistas a poder alcanzar un acuerdo o establecer alternativas”, ha destacado Pérez Rey.

Menos optimistas se han mostrado los sindicatos, que mantendrán el calendario de movilizaciones anunciado a partir de este mes. “La patronal sigue negando el objetivo”, ha lamentado el secretario confederal de Estudios y Formación Sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez. “Se muestra en una total indefinición sobre la posibilidad de negociar aquellas medidas que se están poniendo sobre la mesa y que tienen un mismo objetivo, que se incorporen a la reducción de jornada y a la negociación”, ha dicho.

El vicesecretario general de política sindical de UGT, Fernando Luján, ha coincidido en que se están dando “todos los pasos” para que los empresarios se sumen a esta “petición de la sociedad española”, pero ha puesto también el foco en los partidos políticos que deberán refrendar la medida en el Parlamento. “Son los receptores de la soberanía popular y no pueden estar en contra de aquellas personas a las que dicen representar”, ha reclamado. Por ello, el calendario de movilizaciones incluirá también el mensaje para las formaciones políticas de que “hay que moverse”.

El acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar contemplaba una reducción de la jornada laboral semanal máxima de las 40 horas actuales a 38,5 en 2024 y a 37,5 para 2025. El calendario para cumplir la primera parte del pacto ya es muy ajustado, aunque Trabajo espera llegar, reduciendo este año la parte proporcional en cómputo anual para los “escasos meses que queden de 2024”. “Sudar la camiseta y no salir de la mesa hasta que alcancemos un acuerdo merece este ligero retraso”, ha defendido Pérez Rey.