Alemania, donde se ha criticado constantemente en los medios de comunicación la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) de expropiar a sus ahorradores, se beneficia también de los bajos tipos de interés por el ahorro estatal en intereses.

El BCE ha aplicado una política monetaria muy expansiva desde el estallido de la crisis financiera en 2007, hasta llevar los tipos de interés a los depósitos bancarios al terreno negativo y decidir comprar grandes cantidades de deuda, con las que presiona a la baja los tipos de interés a largo plazo.

En Alemania, el país de la zona del euro con más población y en claro envejecimiento, se divulga la idea de que esta política monetaria favorece a los países del sur de Europa, fuertemente endeudados, a costa de sus ahorradores.

Muchos ciudadanos en Alemania quieren ahorrar para prepararse para tiempos peores y para la vejez, cuando podrían tener costes elevados por enfermedades.

Desde hace muchos años los gobiernos alemanes han recomendado a los ciudadanos ahorrar para complementar la pensión estatal con una privada.

"No se ha criticado al BCE como institución, sino la política monetaria que ha aplicado su anterior presidente, Mario Draghi, que ha facilitado que muchos países no hagan las reformas económicas necesarias y reducido la presión de muchos gobiernos para reducir el déficit y endeudamiento como establece el Tratado de Maastricht", dijo a EFE el empresario Peter Jungen, presidente y fundador de la empresa de inversiones que lleva su mismo nombre.

"Alemania es un país de ahorradores, de seguros de vida y de jubilaciones de empresa, que ahora no dan rendimientos con esta política monetaria. La gente se siente perjudicada y cree que el BCE contribuye a la desigualdad. Quien tenga bienes inmuebles, acciones o arte se ha beneficiado, pero sólo un 13 % de los alemanes tiene acciones, frente a más de un 50 % de los estadounidenses", considera Jungen.

Nuevas cifras de la aseguradora Allianz muestran que no sólo los países del sur de Europa se han beneficiado de los bajos tipos de interés y que la división Norte y Sur no es tan clara.

"Aunque la crítica a los bajos tipos de interés en Alemania es la más fuerte, en definitiva, el país se ha beneficiado también gracias al ahorro del pago de intereses del Estado", según un estudio de Allianz.

"Si hubiera un deseo político de hacerlo, se podrían mitigar las consecuencias de los bajos tipos de interés para los grupos afectados, que son los hogares; el Estado sólo tiene que redistribuir los beneficios caídos del cielo de los bajos tipos de interés", recomienda Allianz.

Desde 2008 y hasta 2018 los ahorradores alemanes han perdido 123.000 millones de euros por los bajos tipos de interés (4,2 % del producto interior bruto PIB), pero el Estado alemán se ha beneficiado en 184.000 millones de euros (6 % del PIB) porque ha reducido su endeudamiento.

El crecimiento de la deuda pública en Alemania, que se ha llegado a refinanciar a tipos de interés negativos hasta 30 años, ha sido durante este periodo sólo del 35 %.

Además, en la medida en que Alemania ahorra y no se endeuda más presiona más a la baja los tipos de interés de los bonos alemanes.

La tasa de ahorro de los alemanes a finales del 2018, era casi del 19 %, frente al 17 % en el 2014, de modo que en los últimos años ha ido aumentando ligeramente, según Eurostat.

"La cultura alemana, por lo general, no ve bien la deuda", dice Patricia Pelayo Romero coautora del estudio de Allianz, que recuerda que en alemán deuda y culpabilidad es la misma palabra, "Schuld".

"En un ambiente de bajas tasas de interés, los beneficiados son aquellos que adquieren deuda o la pueden reestructurar. El alemán promedio tiene el 41 % de sus ahorros en depósitos bancarios que ahora no generan intereses", dice Pelayo Romero.

"La crítica a la política monetaria actual proviene de sectores como la banca, cuyos márgenes de ganancia han disminuido como consecuencia de las bajas tasas de interés", añade.

En agosto de 2016 el diario económico "Handelsblatt" salía con una portada en la que se veía frente a frente los retratos de los entonces presidentes del Deutsche Bank y del BCE y decía: "Cryan contra Draghi". Cryan advertía en el rotativo de los daños que causaba la política monetaria del BCE.

En una conferencia bancaria organizada por ese medio en Fráncfort, Cryan dijo ese día que no le gustaba que se personalizara, sino que ambos representaban a una entidad.

"Los hogares alemanes no se han beneficiado por medio de los rendimientos de sus ahorros, pero sí se han beneficiado por medio del Estado y el hecho de que, gracias al euro y a la política monetaria actual, ha podido adquirir deuda pública a un coste bajísimo", según Pelayo Romero.

Arantxa Iñiguez