La inflación lleva meses presionando el bolsillo al hacer la compra, a pesar de que los consumidores están intentando reducir la factura todo lo que pueden y se han lanzado a comprar más marca blanca que nunca por su mayor competitividad en precio. Al otro lado de la barrera, el de las cadenas de supermercados, esa competencia también genera tensiones, en parte, por el acelerón que están llevando a cabo dos cadenas alemanas de supermercados en un mercado como el español donde la cuarta parte de todo lo que se vende queda en manos de un operador, Mercadona.