Al menos 25 aldeanos murieron y más de 30 resultaron heridos en un supuesto bombardeo estadounidense este jueves en un área controlada por la insurgencia en el este de Afganistán, denunciaron autoridades locales, un extremo que aún no ha sido confirmado por Estados Unidos o el Gobierno afgano.
El bombardeo "contra civiles que acampaban para la recogida de piñones" se produjo hacia la 1.30 hora local (21.00 GMT del miércoles) en el área de Wazir-Tangi en la provincia de Nangarhar, dijo a Efe el portavoz del gobernador regional, Attaullah Khogyanai.
"Hasta ahora han llevado nueve cadáveres y cuatro heridos al hospital provincial, todos son civiles", añadió el portavoz, que dijo que el área donde ocurrió el bombardeo es "remota y montañosa" sin apenas comunicaciones, por lo que no disponen de más detalles.
Un miembro de la Asamblea provincial de Nangarhar, Ajmal Umar, afirmó a Efe que según la información recibida de vecinos de la zona y líderes tribales el número de fallecidos en el "bombardeo estadounidense" es 25 y el de heridos "más de 30", y aseguró que todos ellos son "pobres aldeanos" que se encontraban en el lugar para la recogida de piñones, ya que ahora es temporada alta.
Otro miembro de la Asamblea provincial, Zabihullah Zmarai, confirmó a Efe el incidente e insistió en que todas las víctimas eran "pobres granjeros y aldeanos que se encontraban en las montañas para la recolecta de piñones negros".
La confirmación oficial del número de víctimas será complicada ya que, según Zmarai, la zona "no está bajo el control de las fuerzas de seguridad".
En Nangarhar hay amplios territorios controlados tanto por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que tiene su bastión en la provincia, como por los talibanes.
Concretamente el área de Wazir-Tangi donde ocurrió el incidente es considerada la zona más insegura de la provincia, donde tanto los talibanes como el EI tienen combatientes desplegados en las montañas.
Durante los últimos tres años, las fuerzas de seguridad afganas y estadounidenses no han logrado asegurar el área a pesar de haber lanzado allí varias operaciones contra la insurgencia.
El portavoz de las tropas de EEUU en Afganistán, el coronel Sonny Leggett, dijo a Efe que la coalición internacional está al tanto de los reportes de muertes civiles.
"Estamos trabajando con los funcionarios locales para determinar los hechos y asegurarnos de que no se trata de una estratagema para desviar la atención de los civiles asesinados por los talibanes hoy en un hospital de Zabul", dijo Leggett.
El supuesto bombardeo por error se produjo un día después de un ataque insurgente contra un edificio gubernamental en la capital de Nangarhar, Jalalabad, en el que murieron 7 personas, entre ellas los 3 atacantes, y otras 13 resultaron heridas.
Este jueves además al menos 15 personas murieron y otras 70 resultaron heridas, la mayoría personal sanitario y pacientes, en un ataque suicida con un camión cargado de explosivos en un hospital en el sur de Afganistán.
La violencia continúa en Afganistán a niveles extremadamente altos, mientras están previstas para el próximo 28 de septiembre la celebración de elecciones generales en el país, unos comicios a los que se oponen los talibanes, que intentan boicotearlos con ataques.
La Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) denunció el pasado julio que en la primera mitad del año se ha duplicado el número de muertos civiles en bombardeos aéreos de las tropas internacionales y afganas en el país respecto al mismo período de 2018, con un total de 363 fallecidos, 89 de ellos menores.