La operación militar de Israel en Yenín entra en su segundo día y deja 10 muertos y un centenar de heridos

El Ejército israelí prosiguió durante la noche del lunes al martes con su gran operación contra el campamento de refugiados de Yenín que, después de más de 24 horas y con un saldo de 10 muertos y un centenar de heridos, es ya la mayor que ha lanzado en los territorios ocupados desde la Segunda Intifada (2000-2005).

El Ministerio de Salud palestino ha informado este martes de que la cifra de víctimas mortales ha subido a diez, después de que la Media Luna Roja palestina encontrara un cuerpo a las afueras del campo de refugiados, en el que irrumpieron ayer cientos de soldados israelíes.

Además, un centenar de personas están heridas, veinte de ellas de gravedad.

Según la agencia de noticias palestina WAFA, los enfrentamientos continúan hoy, mientras los helicópteros y aviones israelíes han vuelto a bombardear y sobrevuelan la zona, en la que se ha podido observar una gran destrucción tras la salida del sol.

Durante la noche, cientos de personas han abandonado sus viviendas en el campamento de Yenín y, en imágenes de la agencia WAFA, se puede ver como familias enteras, con niños pequeños y ancianos, salen con los brazos levantados en señal de rendición.

Un dirigente local de Yenín, citado por el periódico israelí Haaretz, cifró en 3.000 los residentes que salieron del campamento y cerca de un millar fueron llevados a edificios gubernamentales de la Autoridad Nacional Palestina. No está claro si han sido obligados a dejar sus hogares o si han decidido hacerlo por miedo a que los combates se prolonguen, así como por la falta de luz, agua y alimentos.

Los intensos combates de ayer y la destrucción de infraestructura por las excavadoras del Ejército israelí han dejado a los residentes del campo sin suministro de agua y luz, y pocas provisiones.

La coordinadora humanitaria de la ONU en Palestina, Lynn Hasting, ha pedido a través de Twitter que se restablezca el suministro de agua y luz, y se preste asistencia a los necesitados: "La mayor parte de los residentes sin electricidad ni agua potable, debe ser restablecido. El foco inmediato (debe estar) en curar a los heridos y en la asistencia humanitaria de emergencia".

Por su parte, Médicos Sin Fronteras, que ha atendido a decenas de heridos desde ayer, ha denunciado en un comunicado que la actuación israelí "ha afectado a las estructuras sanitarias y ha obstaculizado la respuesta médica a la emergencia. Varios botes de gas cayeron en el patio del hospital Khalil Suleiman, donde el personal de MSF llevaba atendiendo a pacientes con heridas de bala desde las 2 de la madrugada del lunes".

"Las incursiones en el campo de Yenín han empezado a seguir un patrón familiar: las ambulancias han sido embestidas por vehículos blindados y se ha negado sistemáticamente la entrada y salida del campo a pacientes y personal sanitario", ha dicho Jovana Arsenijevic, coordinadora de operaciones de la ONG en Yenín.

Un portavoz militar israelí ha afirmado en un comunicado que, estas últimas horas, los efectivos "continuaron sus actividades antiterroristas" en Yenín, donde Israel asegura que se esconden milicianos palestinos de los grupos radicales Hamás y Yihad Islámica.

Los uniformados han encontrado un pozo subterráneo que "se utilizaba para almacenar artefactos explosivos" y "dos salas pertenecientes a organizaciones terroristas" usadas para supervisar "la situación operativa" en la zona, según el portavoz citado por la Agencia EFE. En el comunicado, ha agregado que "neutralizaron un lanzagranadas" y "confiscaron armas y equipamiento militar", pero no ha ofrecido la cifra de milicianos abatidos o detenidos en la operación bautizada como "Casa y Jardín".

El jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, ha visitado durante la madrugada a las tropas en Yenín, que "están eliminando la fuente del terrorismo antes de que dé lugar a más ataques", según han afirmado las Fuerzas Armadas en un tuit.

Mientras, el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó anoche que esta operación podría durar "uno o dos días más", estimando que hay unos 300 hombres armados en el campamento, y reveló que la decisión de lanzar esta operación fue tomada "hace varios meses".

La incursión es la de mayor envergadura en Cisjordania ocupada desde la Segunda Intifada (2000-2005), durante la cual Yenín fue escenario de duros enfrentamientos durante varios días en 2002, que dejaron decenas de muertos entre palestinos y soldados israelíes.

En el campamento de Yenín viven unas 20.000 personas reubicadas a las afueras de la ciudad homónima, después de la creación del Estado de Israel en 1948. Israel ha asegurado que se ha convertido en un "avispero" y en un "paraíso seguro" para los milicianos que actúan en otras zonas de Cisjordania y que se agrupan en esta localidad bajo el nombre de Brigada de Yenín.

En medio del aumento de la tensión en Cisjordania desde principios de año, nuevos grupos armados palestinos han emergido y sus ataques han dejado 25 muertos del lado israelí, la mayoría colonos y cinco de ellos menores. Al mismo tiempo, 153 palestinos han fallecido, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 26 menores.

En el marco de esa escalada de la violencia y del círculo vicioso de la venganza entre palestinos e israelíes, esta martes se ha producido un supuesto ataque terrorista en Tel Aviv, en el que han resultado heridas al menos siete personas, según medios locales.

El periódico The Jerusalem Post, informa de que una mujer de 46 años está grave después de que un coche se subiera a la acera y atropellara a peatones en la calle Pinchas Rosen. A continuación, el conductor bajó del vehículo y asestó una puñalada en el cuello a un transeúnte, antes de recibir un disparo de un ciudadano que estaba armado (algo bastante común en Israel).

El atacante ha fallecido y el periódico Haaretz lo ha identificado como Abed al Wahab, un palestino de Cisjordania que había entrado a Israel sin permiso, y no tenía antecedentes. Las fuerzas de seguridad han arrestado a varios sospechosos de haberlo apoyado, aunque actuó solo.

El grupo islamista palestino Hamás, citado por los medios locales, ha afirmado que lo sucedido en Tel Aviv es "la primera respuesta a los crímenes de la ocupación (israelí) en Yenín".