Al menos 36 personas han muerto por los fuertes incendios forestales en la isla de Maui, en el archipiélago de Hawái (Estados Unidos), según han informado este miércoles las autoridades y aseguran medios como The New York Times.
Estos incendios sin precedentes, que siguen estando fuera de control y han sido avivados por el paso del huracán Dora, comenzaron a arrasar la isla el martes y han obligado a miles de personas a desplazarse. Unas 2.100 personas se encuentran en refugios a lo largo de Maui.
El fuego más importante comenzó a extenderse el martes en el pueblo de Lahaina, uno de los más populares entre los turistas, y obligó a muchos habitantes a resguardarse en el océano para escapar de las llamas y del humo. Muchos de ellos tuvieron que ser rescatados después por la Guardia Costera.
Los incendios también afectan a Kula, otra zona de Maui, así como a la península de Kohala en la isla de Hawái.
"Tenemos que estar unidos y tener coraje", ha asegurado este miércoles en rueda de prensa la vicegobernadora del Estado, Sylvia Luke. La vicegobernadora ha asumido las labores de emergencia ante la ausencia del gobernador, Josh Green, de viaje fuera del archipiélago.
Luke ha anunciado además que ha firmado una declaración de emergencia para disuadir a los turistas que siguen llegando a la isla. "No es un lugar seguro", ha advertido la vicegobernadora a los turistas que siguen aterrizando en Maui.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha mandado sus condolencias a las familias de los fallecidos y ha pedido a los residentes del archipiélago que sigan las órdenes de evacuación y sigan las indicaciones de los responsables.
La vicegobernadora de Hawái ha ordenado que todo los recursos federales en la isla de Maui se utilicen para ayudar en la respuesta a los incendios, movilizando helicópteros de la Guardia Nacional y de los marines y fletando aviones para la evacuación de turistas, entre otras medidas.
