Un juez federal de Washington ha ordenado a Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, que se presente en prisión antes del 1 de julio para cumplir la pena de cuatro meses por haberse negado a colaborar con el comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero del 2021. Esto significa que Bannon pasará buena parte de la campaña electoral entre rejas, además de que se convertirá en el segundo ex-alto cargo de la antigua administración Trump en ir a prisión.

Bannon, que fue condenado a prisión el 2022 por dos delitos menores de desacato al Congreso cuando se negó a entregar documentos y testificar ante el comité de la Cámara de Representantes, hasta ahora se había librado de la prisión debido a que había apelado la sentencia. Pero el mes pasado, un tribunal de apelaciones rechazó su intento de revocar la condena y ahora el juez del distrito de Washington, Carl Nichols (que supervisa el caso) le ha ordenado que se persone en prisión. 

La defensa de Bannon ya ha anunciado que pedirá al tribunal de apelaciones que reconsidere el fallo.

Bannon, que se ha convertido en un referente dentro de la órbita de la ultraderecha, no solo se enfrenta a estos cuatro meses de prisión. Poco antes de que fuera declarado culpable de desacato al Congreso, los fiscales estatales de Manhattan lo acusaron de malversación por una campaña que respaldaba la creación del muro fronterizo de Trump. Una de las últimas cosas que hizo el magnate durante su presidencia fue perdonar a Bannon en un caso federal similar. 

El otro exasesor de Trump que ya está en prisión es Peter Navarro, que está cumpliendo los cuatro meses de prisión después de que se le declarara culpable de desacato al Congreso por ignorar una de las recomendaciones del comité de investigación.