Los bancos JPMorgan Chase y HSBC procesaron sin saberlo pagos para empresas en África controladas por el fallecido líder de los mercenarios del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, mientras su ejército de mercenarios se expandía por el continente donde ha sido acusado de abusos contra los derechos humanos, según ha revelado el Financial Times (FT).

En 2017, una empresa sudanesa controlada por el oligarca ruso, hizo compras de equipos industriales a China que pasaron por grandes bancos occidentales, según documentos a los que ha tenido acceso el think tank Centro de Estudios Avanzados de Defensa (C4ADS), en los que se basa la información.

De acuerdo con el mismo medio, una factura muestra que en agosto de 2017, la compañía minera sudanesa Meroe Gold envió un pago desde una cuenta bancaria local a través de JPMorgan Chase como banco intermediario en Nueva York a un vendedor en China. Otra factura muestra que la misma empresa envió el pago de generadores diésel y piezas de repuesto a una compañía china a través del Hang Seng Bank, que forma parte del grupo HSBC.

Prigozhin estaba sometido a sanciones desde 2016. En ese momento, no era el caso de Meroe Gold, qfue puesta posteriormente bajo sanciones estadounidenses por ser “propiedad o estar controlada por Prigozhin” y ayudarle a “explotar los recursos naturales de Sudán en beneficio propio”.

Los documentos filtrados muestran, según el mismo diario, cómo el líder de Wagner “pudo establecer un imperio criminal transnacional en recursos naturales en parte secuestrando secretamente los sistemas de pagos de instituciones financieras occidentales”.

El FT indica que no hay pruebas de que las entidades fueran conscientes de que estaban gestionando transacciones encargadas por entidades pantalla del Grupo Wagner.

HSBC declinó hacer declaraciones al medio sobre las transacciones específicas en Sudán, pero dice estar “profundamente comprometido con la lucha contra la delincuencia financiera y con la integridad del sistema financiero mundial”. Por su parte, JP Morgan afirma: “Tras una revisión de los limitados detalles compartidos con nosotros, no hemos encontrado ningún registro que coincida con esas transacciones”.

Prigozhin murió en agosto de 2023 al estrellarse en extrañas circunstancias el avión privado en el que viajaba, dos meses después de intentar un motín contra Vladímir Putin.