Al menos 36 personas han muerto y más de 50 están heridas por un bombardeo en la ciudad siria de Palmira, que las autoridades del país atribuyen a Israel. Según la agencia de noticias oficial siria, SANA, el ataque tuvo como objetivo varios edificios de esa localidad, situada en el desierto que ocupa el centro y el este del país árabe.

La agencia SANA –que, como es habitual en estos casos, cita a una fuente militar anónima–ha informado de que el bombardeo se produjo a las 13:30 hora local de este miércoles y que fue lanzado desde el área de Al Tanf, en la frontera entre Siria e Irak, donde Estados Unidos tiene una base militar. Además de las víctimas, el ataque ha provocado importantes daños materiales en los edificios golpeados y sus alrededores, según SANA.

Israel no ha anunciado de momento ningún bombardeo contra Siria, aunque, en las últimas semanas, ha incrementado considerablemente sus ataques contra el país árabe vecino –especialmente contra la capital, Damasco, y sus alrededores, además de la zona de Al Quseir, fronteriza con Líbano y desde donde el Ejército israelí asegura que el grupo chií libanés Hizbulá obtiene armas–.

Los ataques han causado decenas de víctimas, entre ellas civiles, y según las fuerzas israelíes van dirigidos contra almacenes de armas de Hizbulá y altos cargos de grupos palestinos, aunque las autoridades denuncian que muchos de estos bombardeos han impactado directamente contra zonas residenciales.