Javier Milei abrió el nuevo año legislativo en Argentina con la promesa de arremeter con la motosierra, tras los despidos de 40 mil empleados públicos en 14 meses de gobierno. “La motosierra no parará hasta que no encuentre (sic) el final del Estado”, dijo el presidente ultraderechista en el hemiciclo del Congreso ante políticos afines y una significativa ausencia anunciada de diputados, senadores y gobernadores de la oposición.

En su traslado de la Casa Rosada al Congreso las calles estaban semivacías y sonaban cacerolas de quienes critican a un presidente por sus rasgos autoritarios. Es que días ante del discurso Milei nombró por decreto a dos jueces de la Corte Suprema y uno de ellos, Manuel García Mansilla, estuvo presente en el recinto este sábado por la noche. El otro designado, Ariel Lijo, aún no ha tomado juramento.

Antes de inaugurar las sesiones ordinarias, el jefe de Estado había amenazado al gobernador peronista Axel Kicillof con intervenir la provincia de Buenos Aires tras la muerte de una niña de siete años por un robo. En su discurso, Milei destacó que no tiene “nada que conversar” con el político opositor que gobierna la provincia más poblada y extensa del país. Además prometió bajar la edad de imputabilidad a los 14 años y agravar todas las penas del Código Penal. “Si Kicillof quiere resolver el problema tiene dos alternativas: abandonar esa visión abolicionista y castigar a los criminales; o correrse del camino y dejarnos resolver el problema a nosotros”, sostuvo.

La transmisión oficial de televisión no mostró cuando el diputado radical Facundo Manes levantó un ejemplar de la Constitución y le sugirió a Milei que la lea ante su propuesta de reforma judicial y nombramiento de jueces. El presidente le respondió “Leéla Manes, te va a hacer bien. Supuestamente vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no entendiste nada”, le espetó al neurólogo. La intolerancia a la convivencia siguió. Manes denunció que, al terminar la sesión, fue amenazado por Santiago Caputo y golpeado por alguien que acompañaba al asesor presidencial. La Unión Cívica Radical repudió el hecho y lo calificó como “un nuevo avance del autoritarismo libertario”. 

El diputado Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, decidió no estar presente durante la inauguración legislativa. Señala a elDiario.es que “fue un discurso deslucido, con un recinto semivacío porque gran parte de la oposición le hemos dado la espalda. Nosotros dejamos nuestros carteles señalando que Milei es un estafador, que despide miles de trabajadores, reprime a los jubilados y a todos los sectores que salen a enfrentar a esta motosierra que no fue contra la casta política sino contra el pueblo trabajador”. 

El presidente ultraderechista confirmó que avanza en la negociación de un acuerdo con el Fondo Monetario InternacionaI (FMI) y que una vez que se concrete lo enviará al Congreso para que lo ratifique. Defendió el alineamiento con el gobierno del republicano Donald Trump. Y consideró que “los ojos del mundo hoy se posan en Argentina” y que “en algunos casos incluso toman nota” de lo hecho por su gestión “para aplicarlo en sus propios países, como está haciendo Elon Musk al frente de la cartera de desregulación de Estados Unidos”. Sin embargo, en ese país actualmente investigan la estafa con una criptomoneda que él promocionó en la red social X, hace 15 días. 

Del Caño agrega al respecto. “Milei no habló de lo que habla el mundo y es que el presidente protagonizó una estafa con $LIBRA. Al mismo tiempo, su gobierno también es una estafa política por eso muchos han salido a las calles a hacer cacerolazos y repudiarlo”

A todo esto, Milei prometió un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y volvió a agitar la salida del Mercosur, que necesitaría la aprobación del Congreso. “El primer paso es la oportunidad histórica que tenemos para entablar un acuerdo comercial con Estados Unidos. Es necesario estar dispuestos a flexibilizar o incluso llegado el caso a salir del Mercosur, que lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos”, consignó sobre el bloque regional compuesto por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

No parece casual que Milei no estuviera presente en la toma de posesión de Yamandú Orsi este sábado al mediodía en Uruguay. Orsi, de la coalición de izquierda Frente Amplio, sí estuvo acompañado por Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric, referentes del progresismo en la región. 

La agenda antiwoke que Milei llevó al foro económico de Davos también estuvo presente a través de su proyecto de igualdad ante la ley para eliminar los cupos en el Estado. En su discurso reivindicativo de los recortes del gasto público omitió la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados y el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la salud.

Sobre el final, hubo un reproche de Milei a Victoria Villarruel porque la vicepresidenta se apuró en dar por terminada la sesión después de casi hora y media de alocución. “No terminé, no te apures”, le dijo. La frialdad entre ambos se ha vuelto indisimulable y un dato lo confirma: Villarruel no fue invitada a la cena posterior.