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Trump acelera en su agenda ultra, amenaza con purgar a la oposición y aplaude a Musk ante el Congreso: "Esto acaba de empezar"

Trump acelera en su agenda ultra, amenaza con purgar a la oposición y aplaude a Musk ante el Congreso:

Trump, en el discurso más largo de la historia de un presidente ante una sesión conjunta en el Capitolio –una hora y 40 minutos–, se congratula de sus primeras medidas, ataca las políticas progresistas, elogia a Musk y reafirma sus aspiraciones expansionistas. Y avisa: “Solo acaba de empezar”

Trump rebaja ahora el tono con Zelenski: "Dice que está listo para la paz, ¿no sería maravilloso?"

REACCIONES - Los demócratas, tras el discurso: "Con Trump en el cargo habríamos perdido la Guerra Fría"

Desde el primer día que pisó el Despacho Oval, Donald Trump no ha ocultado su intención de expandir el poder presidencial más allá de sus competencias. Muchas de las órdenes ejecutivas que ha firmado intentan extralimitar su autoridad. Esta noche, en su primer discurso ante el Congreso tras asumir su segundo mandato, Trump ha subido un peldaño más en su cruzada y, desde el atril, ha amenazado con apartar a cualquier miembro de la administración que se niegue a cumplir sus órdenes. El magnate también ha celebrado el despliegue de su agenda ultra como “la revolución del sentido común” y se ha jactado del caos provocado en tan solo su primer mes: “Solo acaba de empezar”.

“Mi administración recuperará el poder de esta burocracia sin rendición de cuentas y restauraremos la verdadera democracia en Estados Unidos. Y cualquier trabajador federal que se resista a este cambio será destituido de inmediato, porque estamos drenando el pantano. Los días de los burócratas no electos se han acabado”, ha afirmado Trump, quien ha concedido amplios poderes al multimillonario Elon Musk, un cargo no electo, para que dirija la purga del funcionariado.

Musk, que también ha asistido a la sesión como invitado de Trump, en esta ocasión sí vestía traje y corbata. Tanto en su comparecencia desde el Despacho Oval como en la primera reunión del gabinete presidencial, había llevado una camiseta informal y la gorra negra de “Make America Great Again”. Desde el atril, Trump ha vuelto a elogiar sus recortes al frente del DOGE para desmantelar la administración estadounidense. “Gracias, Elon. Está trabajando muy duro. No tenía por qué hacer esto. Lo apreciamos, incluso este lado”, ha dicho Trump, señalando la bancada demócrata en un claro gesto de burla.

Trump también ha aprovechado para rebajar el tono con Zelenski tras las cesiones del ucraniano comunicadas por carta al presidente de EEUU: “Dice que está listo para la paz, ¿no sería maravilloso?”

Elon Musk, en el discurso de Trump en el Capitolio de EEUU. Elon Musk, en el discurso de Trump en el Capitolio de EEUU.

La etiqueta de “burócratas” que usa Trump es amplia e incluye también a los funcionarios del Departamento de Justicia, entre otros. En los últimos días, el círculo del presidente, especialmente Musk y el vicepresidente JD Vance, ha ampliado esa definición para poner en el punto de mira a los jueces que han estado frenando las órdenes ejecutivas. En diversas ocasiones, Musk ha pedido que se inicien procesos de impeachment contra jueces y, en su reciente entrevista en Fox, atacó la separación de poderes: “Si la voluntad del presidente no se implementa, no vivimos en una democracia, sino en una burocracia”.

Trump, quien también hizo suya la idea de Musk de crear un departamento para recortar el gasto público, parece haber adoptado su frase. Los tribunales se han convertido en la principal línea de defensa frente a las aspiraciones absolutistas de Trump, y su equipo ya está creando una campaña para deslegitimarlos. La nueva administración prepara el terreno para provocar una crisis aún mayor dentro del sistema democrático estadounidense.

Todo esto, Trump lo ha envuelto en un discurso grandilocuente en el que ha vuelto a prometer una “época dorada” para Estados Unidos y “un futuro brillante”. El magnate ha vuelto a hacer gala de esa aura de monarca absoluto con la que se ungió en Milwaukee, con un discurso de más de una hora y cuarenta minutos —según Associated Press, ha batido el récord de la intervención más larga en una sesión conjunta ante el Congreso— mientras la bancada republicana no paraba de aplaudir cada una de sus frases.

Si no hubiera sido por la oposición de la minoría demócrata, donde incluso el congresista Al Green ha sido expulsado de la sala por negarse a sentarse, la sesión de hoy habría sido una réplica de la corte de Trump que se vio en la Convención Republicana.

El congresista demócrata Al Green grita mientras el presidente de EEUU  se dirige a una sesión conjunta en el Capitolio. El congresista demócrata Al Green grita mientras el presidente de EEUU se dirige a una sesión conjunta en el Capitolio.

Sentados tras Trump estaban el vicepresidente JD Vance —quien también preside el Senado— y el speaker (presidente) de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quienes durante todo el discurso no han dejado de levantarse para aplaudir las palabras de su líder. La imagen también era un inevitable recordatorio de cómo Trump, además de controlar la Casa Blanca, domina el Congreso. Por no mencionar la mayoría conservadora del Tribunal Supremo.

El presidente de EEUU se ha jactado de un primer mes “exitoso” al mando del país, en el que ha desatado el caos tanto dentro de Washington como a escala internacional: desde el desmantelamiento administrativo hasta la guerra comercial y la suspensión de la ayuda a Ucrania. Trump ha recurrido a su repertorio habitual, criminalizando a los migrantes y atacando a las personas trans, sin molestarse en inventar nuevas falsedades. Entre otras cosas, ha vuelto a repetir el bulo de la extrema derecha de que la boxeadora Imane Khelif es trans, cuando en realidad es una mujer cis.

También ha afirmado que ha devuelto la “libertad de expresión” a Estados Unidos, cuando este mismo martes ha amenazado con cortar los fondos federales a las universidades que permitan “protestas ilegales”. En un post en Truth Social ha asegurado que aquellos estudiantes que protesten “serán expulsados permanentemente o, dependiendo del delito, arrestados”.

“Escucharon mis palabras y eligieron no venir, mucho más fácil de esa manera”, ha presumido Trump ante los suyos, en referencia a la campaña de miedo que ha puesto en marcha contra los migrantes. Nada más asumir el cargo, declaró la situación de emergencia en la frontera y, desde entonces, efectivos del ejército se han desplegado para apoyar a la patrulla fronteriza. Además, ha fletado vuelos con migrantes a Guantánamo, ha autorizado redadas en escuelas e iglesias y ha dejado sin asistencia legal a los menores migrantes no acompañados, quienes ahora deberán afrontar sin abogados los juicios en los que se decide su deportación.

Los legisladores demócratas sostienen carteles durante el discurso de Trump. Los legisladores demócratas sostienen carteles durante el discurso de Trump.

Una vez más, el presidente de EEUU ha sacado pecho de haber logrado disminuir los cruces fronterizos desde que llegó al poder hace poco más de un mes. Lo cierto es que estos ya habían comenzado a caer desde junio del año pasado, cuando el expresidente Joe Biden aprobó una orden ejecutiva que cercenaba el derecho de asilo y aceleraba las deportaciones. Trump ha pedido a los congresistas que aprueben más fondos federales para poder avanzar en su agenda antimigratoria “sin retraso”.

El discurso de Trump ante el Congreso ha coincidido con el inicio de su guerra comercial contra México y Canadá, con aranceles del 25% y del 20%, respectivamente, además de nuevos aranceles para China. “Los aranceles tratan de hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y vuelva a ser grandioso, y está sucediendo, y sucederá bastante rápido. Habrá una pequeña perturbación, pero estamos bien con eso. No va a ser mucho”, ha insistido Trump.

Mientras el presidente redoblaba su apuesta sobre las tarifas comerciales, horas antes su secretario de Comercio, Howard Lutnick, decía en Fox que los aranceles a Canadá y México podrían suavizarse a partir de mañana.

Trump también ha vuelto a hacer gala de su fijación con Biden, quien ni siquiera llegó a ser su rival definitivo en las urnas el pasado 5 de noviembre, y lo ha culpado del actual encarecimiento de los huevos. Lo cierto es que la subida de precios se debe al brote de gripe aviar que asola el país desde hace semanas. Mientras tanto, se ha jactado de haber “salido de la corrupta” Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las aspiraciones expansionistas sobre el canal de Panamá y Groenlandia han vuelto a hacer acto de presencia este martes por la noche. “Mi administración va a reclamar el canal de Panamá y ya hemos empezado a hacerlo”, ha afirmado Trump, en referencia al anuncio del fondo de inversión estadounidense BlackRock sobre la compra de dos puertos en el canal.

Trump también ha enviado un mensaje a Groenlandia, actualmente un territorio autónomo del Reino de Dinamarca: “Apoyamos firmemente vuestro derecho a determinar vuestro propio futuro, y si lo elegís, os recibiremos en los Estados Unidos”.