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Qué será del peronismo tras la condena a prisión de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina

Qué será del peronismo tras la condena a prisión de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina

Se abre un nuevo periodo para la principal fuerza política opositora a Milei. Axel Kicillof es quien tiene mayor apoyo de las bases peronistas, cercano a un 40%, y mantiene rivalidades no del todo explicitadas con el kirchnerismo pese a sus críticas a la condena

La expresidenta argentina Cristina Fernández inicia la condena de seis años de prisión domiciliaria

Con la condena de Cristina Fernández de Kirchner y la masiva demostración de apoyo en la calle hacia la expresidenta argentina se impone un primer interrogante.

¿Renace el peronismo o queda eclipsado por la centralidad de la líder del Partido Justicialista?

“Cristina es como Perón, marcó un antes y un después en la historia de Argentina y va a ser un mito”, dice Victoria Volpe, politóloga y militante en la concentración del 18 de junio en Plaza de Mayo. Ese día abundaban los testimonios de quienes sostenían que la condena a prisión (domiciliaria) e inhabilitación política de Fernández de Kirchner por una causa de corrupción tenía un objetivo claro: proscribirla. Se sabe que la palabra proscripción remite a los 18 años de exilio forzoso de Juan Domingo Perón, tras el golpe de Estado de 1955.

La dos veces presidenta iba a ser candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires en las elecciones del próximo 7 de septiembre y deja esa vacante aún por llenar. En la provincia de Buenos Aires, donde vive el 37% del padrón electoral, gobierna el peronista Axel Kicillof. Estos comicios son un test electoral previo a las legislativas nacionales de octubre.

Kicillof es quien tiene mayor apoyo de las bases peronistas, cercano a un 40%, y mantiene rivalidades no del todo explicitadas con el kirchnerismo. La unidad que se mostró en Plaza de Mayo no se traduce aún en una síntesis capaz de sortear las diferencias internas.

“Escenario imprevisible”

Pablo Alabarces, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señala a elDiario.es que se abre un período de imprevisibilidad. “Nadie podía apostar a que se juntaban medio millón de personas en una alianza estrambótica que unía al peronismo con el trotskismo. El hecho de que el trotskismo marchara junto al peronismo no lo vi nunca como analista. A Cristina la veía más de salida, de jubilarse, y ahora se transformó en el centro de la política argentina, algo imprevisible. El kirchnerismo había perdido peso en los sectores juveniles y ahora ha reaparecido”.

Máximo Kirchner, hijo de Cristina y Néstor Kirchner (gobernó entre 2003-2007) lidera el espacio político La Cámpora dentro del peronismo y por estos días ha dado algunas definiciones. Con la mira puesta en 2027 —las elecciones presidenciales—, señaló al diario Página12: “Conformar un frente anti-Milei no nos va a servir de mucho. El debate tiene que ver con cuáles son las políticas que le vamos a ofrecer a la sociedad. Aquellos que quieren que este Gobierno y su plan económico se terminen y vivir otra realidad no tienen que ponerse mal si hay un debate de ideas”.

La frágil unión con Kicillof se mantiene para poder competir en las elecciones legislativas contra el oficialismo del ultraderechista Javier Milei, aliado con el PRO del conservador Mauricio Macri en la provincia de Buenos Aires. Tanto Máximo Kirchner como Axel Kicillof pujan por liderar el movimiento peronista a largo plazo.

Agustín Rossi, consejero político del Partido Justicialista, afirma a elDiario.es que es la unidad la clave de estos tiempos. “Tendremos que combinar dos planos. Uno, que es lo que hacemos como principal fuerza política opositora, tareas legislativas, diálogo con el resto de los partidos políticos, con el resto de los actores sociales, y al mismo tiempo, también, trabajar alrededor de lo cual va a ser la estrategia electoral. Esa estrategia electoral, a mi criterio, tiene un vértice inicial, una condición necesaria, que es la unidad. Hoy, lo que nos piden todos nuestros militantes, es unidad para enfrentar a Milei. Tenemos que tratar de ganar las elecciones legislativas de este octubre, para que después, en el 2027, estemos en las mejores condiciones de diseñar una estrategia ganadora”.

“Complica la renovación”

Julio Burdman, politólogo de la UBA, cree que la coyuntura es crítica para la principal fuerza de oposición del país. “No lo veo como un renacer, esta coyuntura obtura o complica el proceso necesario de renovación del peronismo, porque esto le llega a Cristina en el tramo final de su carrera política, ella ya ocupó los principales puestos y venía la etapa de la renovación. Salvo el primer desafío que fue la muerte de Perón en el 74, todas las renovaciones habían sucedido con la victoria de un liderazgo sobre el otro, Menem le ganó a Cafiero, Duhalde le ganó a Menem, Kirchner le ganó a Duhalde. Y lo que venía ahora es que alguien ganase electoralmente a Cristina o ganase en la lucha por el liderazgo interno. Kicillof, o los Kicillofs que surjan en otras provincias se encuentran con este obstáculo”.

Para Burdman la condena de Cristina Fernández le cambia el rumbo a ese proceso de renovación. “Ahora nadie le va a poder ganar internamente porque ella no está más en la competencia, ni electoral, ni siquiera partidaria, se va a transformar en una figura con un liderazgo no formal y creo que lo que queda por delante es la sombra de Cristina sobre el peronismo”.

Alabarces sostiene que en este escenario lo que está claro es lo que ofrece el Gobierno ultra. “El mileísmo ofrece tendencias cada vez más represivas y autoritarias. No es que esté en alza electoralmente, lo que ha crecido ha sido la abstención récord, ese es el dato de las últimas elecciones”.

Con todo, Alabarces muestra un vestigio por dónde iluminar tanta incertidumbre, que es la participación de la juventud. “La experiencia cotidiana de los jóvenes en las clases populares es que baja la inflación, que venía del 25% mensual, pero también se borra, cada vez con más fuerza, el mundo del trabajo, que condena a un precariato absoluto. La precarización, la baja del consumo, la baja del salario, todo eso contradice la burbuja del mileísmo”.

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