El horizonte judicial de Donald Trump, con cuatro graves e históricas imputaciones, está en el centro de su campaña para las presidenciales del próximo año. Pero el magnate no se está tomando ninguno de esos casos, por los que se le acusa de un total de 91 delitos, tan en serio como el juicio civil por fraude que enfrenta en Nueva York. Desde su inicio a principios de octubre, ya ha acudido siete veces a los tribunales a pesar de no estar obligado, escenificando el que considera su caso más personal.