María Fernanda Espinosa atiende a elDiario.es entre evento y evento, a su salida de la sede de Naciones Unidas en Nueva York, epicentro de la diplomacia global con la reunión anual de líderes de todo el mundo. "Es un no parar", dice tras repasar de carrerilla su agenda, que ha incluido esta semana entre cuatro y cinco actos al día. Foros, paneles, debates... "y correr con la lluvia y el tráfico", añade, bromeando.
El debate general de la Asamblea General de las Naciones Unidas se ha vuelto a celebrar este año a la sombra de la invasión rusa de Ucrania, que ha agravado las tensiones y divisiones geopolíticas, ha creado profundas fisuras en un mundo cada vez más multipolar y ha vuelto a poner en tela de juicio la capacidad de la ONU para responder a las crisis mundiales, reavivando los llamamientos a la reforma.