La batalla semántica y comercial entre el sector de la carne y el de las alternativas de origen vegetal se ha reactivado en Francia. Algo más de un año después de que el Consejo de Estado suspendiera un primer decreto publicado por el Gobierno, que prohibía el uso de términos cárnicos para designar los productos elaborados con vegetales, el Ejecutivo presentó una nueva versión a principios de mes.
El Consejo –la institución administrativa más alta del país– había considerado que aquel primer texto era demasiado vago, ya que hacía referencia al uso de una “terminología específica de las carnicerías, charcuterías o pescaderías”, sin establecer precisiones.