Aumentar la productividad para ser más competitiva y poder “acelerar hacia adelante”. Esa entrecomillada expresión es la que da nombre al “programa de eficiencia” que tiene entre manos el Grupo Volkswagen para corregir, especialmente, la mala marcha de la marca Volkswagen, el gran nombre del mayor fabricante de coches de Europa.
Se trata de un programa de “duro ahorro”, según lo ha descrito la prensa económica alemana. Seis de sus centros de producción en Alemania están afectados por las medidas de austeridad: las fábricas de Hannover, Braunschweig, Salzigtter, Emden, Kassel y, también, la mítica central de Wolfsburgo.
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