Repsol ha arremetido este jueves, tras presentar un beneficio de 2.785 millones de euros hasta septiembre, uno de los más elevados de su historia, contra la pervivencia del gravamen a energéticas y bancos que recoge el acuerdo de gobierno de PSOE y Sumar. La petrolera ha advertido de que "la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar sus futuros proyectos industriales en España".
En un comunicado para presentar sus resultados de los nueve primeros meses del año, la multinacional señala que ese gravamen, "que se ideó como temporal y extraordinario, castiga a las empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país", mientras "favorece a los importadores que no generan empleo ni actividad económica relevante en España".