Alejandro Amenábar lo sabía antes de entrar en un irreconocible Palacio de los Deportes de Málaga. "Cuando tienes 17 nominaciones tienes más probabilidades de que acabes etiquetado como el gran perdedor de la noche", le decía entre risas a los periodistas que le felicitaban sobre la alfombra roja.
No se puede decir que Mientras dure la guerra se haya ido de vacío (cinco galardones en total). Pero el que parecía que se iba a convertir en protagonista de la noche -y del año- ha subido al escenario únicamente para hablar en nombre de su ausente actor secundario, Eduard Fernández. La anécdota de Unamuno contra Millán Astray ha sido tan ninguneada en los Goya como los políticos que divisaban la gala desde la platea.