La caída de la rentabilidad que ofrecen las cuentas y los depósitos de los bancos a sus clientes en los últimos años ha empujado a los ahorradores con capacidad de invertir a buscar ganancias con el alquiler de viviendas. Exactamente, la renta declarada en el IRPF por arrendar propiedades inmobiliarias se ha disparado casi un 70% desde 2007. Mientras, la renta financiera (de depósitos, dividendos, fondos) ha caído un 11,2%, según el detalle de la recaudación Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de 2022, que la Agencia Tributaria dio a conocer esta semana.