Hubo un tiempo en que las compañías privadas de agua en Reino Unido eran tan impopulares como ahora. Durante el tórrido verano de 1995, el director general de Yorkshire Water, Trevor Newton, ganó notoriedad cuando instó a los clientes a reducir su consumo del producto de su empresa con un mensaje inspirador: “Yo personalmente llevo tres meses sin tomar un baño ni ducharme”.
Tras una ronda de chistes sobre los “asquerosamente ricos” -porque los sueldos multimillonarios de los jefes de las compañías de agua también eran noticia en aquellos días-, Newton invitó a la prensa a ver cómo se aseaba utilizando una toallita y una palangana.