Muchos colectivos, desde reservistas del Ejército hasta empleados de empresas tecnológicas, se han ido sumando a las multitudinarias protestas en Israel contra la reforma judicial que impulsa el Gobierno de Benjamín Netanyahu, en las que las mujeres han estado en primera línea desde el primer momento porque temen un retroceso en sus derechos y libertades.
“El núcleo de la reforma es debilitar el Tribunal Supremo y tomar el control del comité que nombra a los jueces del tribunal, pero hay muchas leyes que no son centrales en la reforma y tendrán un impacto muy duro en los derechos y el estatus de las mujeres”, explica a elDiario.es Ruth Halperin-Kaddari, fundadora y directora del Centro Rackman de Israel, adscrito a la Facultad de Derecho de la Universidad Bar-Ilan.