Sobre el papel, James David Vance ya era un candidato imbatible para los seguidores republicanos: exmarine, red neck y self made man. Sobre el escenario se ha mostrado como la voz del cinturón industrial, “un lugar olvidado por las élites de Washington”. Con algunas frases que podrían haber salido perfectamente de la boca de un demócrata, Vance ha estado constantemente dando vueltas sobre la idea de restaurar el orgullo de la “clase media trabajadora”.