La última ley aprobada en el Parlamento Europeo de la legislatura 2019-2024 fue la NZIA. Una normativa para impulsar la industria cero en emisiones netas de gases de efecto invernadero. Una directiva medioambiental que, según el grupo de Los Verdes, salió del gran hemiciclo aguada como ya ocurrió con la normativa sobre pesticidas, sobre el vehículo eléctrico o las condiciones ambientales para la Política Agraria Común. Una dinámica parecida a la que afectó a una de las grandes apuestas de la Unión Europea para el ciclo que ahora acaba: la ley de Restauración de la Naturaleza que se ha visto torpedeada en todo su camino desde los partidos de ultraderecha primero y derecha tradicional, después.
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