Países europeos como Francia, Alemania, España y Bélgica han expresado en las últimas horas su respeto por el trabajo de la Corte Penal Internacional (CPI) tras la decisión del fiscal del alto tribunal internacional de solicitar órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su titular de Defensa, así como varios de los líderes de Hamás por crímenes de guerra y de lesa humanidad, un paso que ha sido duramente criticado por Estados Unidos, principal aliado de Tel Aviv, que afirma que la solicitud es “intolerable” y “escandalosa”.