Unos días después de ganar las elecciones presidenciales de Argentina, Javier Milei ratificó en una fugaz visita a Washington la compra de 24 cazas F-16 estadounidenses. Descartaba la alternativa china, el avión JF-17 Thunder, la favorita de la vicepresidenta saliente, Cristina Fernández de Kirchner. La compra, oficializada en abril, no señalizaba un mero cambio de mecánico, sino toda una reorientación de la política internacional argentina. A finales de 2023, Milei ya había manifestado que el país no se incorporaría a los BRICS, el bloque que disputa la hegemonía del dólar en el mundo.
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