Más allá de la broma, lo cierto es que el activismo lleva ya varios años adoptando muchas formas en diferentes escalas y contextos. Mientras que la huelga o la manifestación permanecen cómo herramientas clásicas pero indispensables de protesta, en los últimos años hemos ido viendo como el activismo da el salto hacia formatos lúdicos para combinar reflexión política y diversión. Así es como han nacido muchos juegos de mesa en los últimos años: usando Internet como plataforma para generar comunidad y financiándose a menudo de forma independiente a través de micro-donaciones.
“Crónicas del Estallido es un juego que nace en el contexto de las protestas sociales que comenzaron en octubre del año pasado en Chile. El 18 de octubre del 2019 comenzó el denominado estallido social más grande en la historia reciente de nuestro país”. Lo cuenta Simón Weinstein, integrante de Fractal Juegos, la pequeña editorial y distribuidora de juegos de mesa en Chile que ha llevado a cabo Crónicas del Estallido: un juego de cartas gratuito pensado para ser impreso y jugado en casa que reflexiona sobre cómo la sociedad chilena reaccionó social y políticamente a las consecuencias de la dictadura de Pinochet. Un juego que se conecta por tanto al histórico cambio de Constitución hace unos días.
Weinsten reconoce que la parte comercial es secundaria en este caso: "Todo producto cultural o artístico tiene una carga política detrás. En Crónicas del Estallido decidimos hacer pública esa decisión, asumiendo que pudiese traernos un costo desde lo comercial”. De hecho, el objetivo del juego es abiertamente social: “El juego se inspira en un concepto de memoria social. Asumiendo que la memoria social es un concepto relacionado a las subjetividades y el poder. ¿Quiénes escriben la historia? ¿quiénes deciden qué cosas recordaremos?”.
En Crónicas del Estallido cada carta contiene un evento, con la fecha en que ocurrió y una breve descripción. Otra de las tendencias más comunes de este tipo de juegos también se da aquí: una comunidad acoge el juego e incluso participa de él: “Como queríamos que fuese un juego atingente, no hubo tiempo para encargarnos completamente de las ilustraciones, por lo que se tomó la decisión de abrir a personas ajenas a Fractal Juegos la posibilidad de ilustrar una o más cartas. Esa decisión fue muy importante en lo que pasaría con el juego, ya que de algún modo el proyecto comenzó a tomar vida propia causando un gran interés tanto entre artistas connotados como en amateurs”.
La editorial chilena cuenta con otros juegos similares que van en esta línea: “Memoria Oculta es un juego diseñado exclusivamente para el uso en el aula, que ha sido desarrollado junto al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y el Goethe Institut. O Corruptia: un juego estratégico que ironiza sobre los representantes en el parlamento y su cuestionable forma de trabajo.
“Propaganda” es un juego de mesa creado como trabajo de fin de grado en la Universidad de Londres por la diseñadora, documentalista y creadora de juegos albanesa Sindi Breshansi. “Inicialmente comencé el juego en 2017. Esa era se llamaba posverdad, después de que las campañas de Trump y el Brexit se basaran en que los sentimientos son más importantes que los hechos. Dirigido por Evgeny Morozov, las conversaciones sobre el poder de las redes sociales apenas habían comenzado, ya que por primera vez pudimos ver que los mecanismos que se construyeron para unirnos ahora nos estaban dividiendo. Recuerdo haber pensado una vez para mí misma: "¿Cómo sabes que lo que sabes es real?”
“Propaganda” no es un juego industrial. De hecho está completamente mediado por la experiencia de Breshansi, que aunque ahora reside y trabaja en Londres, nació en Albania: “En realidad, esta pregunta surgió de una profunda preocupación por la realidad que me ha acompañado a lo largo de mi crianza en Albania. Albania solía ser una dictadura y los recuerdos de mis padres, como la construcción de búnkeres para un enemigo ficticio que nunca llegó, siempre me persiguieron”. El juego acaba de ser nominado en varias categorías del INDICADE, el Festival de Juegos Independientes de California.
En España no hemos sido ajenos a esta tendencia. Un vistazo a la categoría 'Juegos' financiados a través de la plataforma de crowdfunding Verkami nos da pistas de la cantidad de juegos que se están financiando a través de pequeñas donaciones. En los últimos años han irrumpido muchos proyectos independientes y comunitarios que, en muchos casos, han demostrado la necesidad de combinar activismo y juego.
El podcast feminista Sangre Fucsia pidió hace cuatro años 4.000 euros para poder llevar a cabo un Trivia feminista: consiguió recaudar más de 70.000 y creó Feminismos Reunidos. El juego lleva ya tres ediciones y hay un total de 7.500 ejemplares repartidos en casas y librerías. Ladrillazo también pidió 5.000 euros y terminó recaudando en la misma plataforma más de 36.000 para llevar a cabo un juego de cartas que ironiza en clave de humor sobre la burbuja inmobiliaria en el estado español. O ¡Ruiz!, un juego de cartas que utiliza como base el estilo retórico de Mariano Rajoy, también financiado con éxito a través de una campaña de microdonaciones.
“En 2016 yo ya era un gran fan de las frases de Mariano Rajoy Brey hasta el punto que haber llegado a colgar algún diseño de camiseta con algunas de ellas y, seguramente ayudado por mi dislexia, un día desperté con la idea de hacer una baraja de cartas que permitiera mezclar aleatoriamente las frases de Mariano Rajoy; ese mismo día hice el primer prototipo en trozos de papel e inmediatamente me di cuenta de que había juego”, declara José Félix Gléz. San Sebastián, creador del juego junto con David Egaña.
Para los creadores de este juego está claro que hay una tendencia: “En cualquier tipo de formato o soporte la conjunción entre humor y política está viviendo un gran auge (...) “Troika”, “El Ladrillazo”, “Crisis”, “Secret Hitler” o “War On Terror” son ejemplos de que los juegos de mesa también puede ser soporte para la transmisión de ideas y llevar a reflexionar sobre el mundo que nos rodea” comenta San Sebastián. La tercera edición de ¡Ruiz! acaba de salir a la luz para así no dejar caer en el olvido la tragicómica gramática mariana.
“No puedo dejar de preguntarme si no funcionamos con un concepto muy testosterónico y calvinista de la política, que piensa que para hacer política hay que sufrir. Desde las filas del activismo más clásico se reniega a menudo de otras formas de acción o protesta más vinculada a lo lúdico”, escribía hace poco la periodista e investigadora Macarena Hernández en un texto titulado “La política es una cosa seria”. Y es que los juegos de mesa políticos son una diversión, y muy seria.