La semana pasada, Domínguez se preguntaba en Twitter por qué en la exposición que empapela las paredes de la Estación del Arte del metro de Madrid apenas hay mujeres artistas representadas. En concreto, supo más tarde, dos nombres femeninos frente a treinta y uno masculinos, "una evidente desigualdad". Decidió entonces movilizarse y en tan solo unos días ha organizado una perfomance reivindicativa, en colaboración con Herstóricas, que este lunes por la tarde ha congregado a casi cien personas que respetaban la distancia de seguridad en los andenes de la estación.
Las asistentes han llevado plasmadas en camisetas las obras que los museos participantes en la exposición, el Thyssen, el Prado y el Reina Sofía, han olvidado sacar a relucir en lo que nació con la intención de ser “una muestra con las obras más representativas de los mejores museos, una ventana al arte para los viajeros” que llegasen a la ciudad, escribe Metro Madrid en su web. Caravaggio, El Bosco, Velázquez, Degas, Manet, Goya, Miró, Sorolla, Picasso, Dalí, entre otros genios de la pintura decoran los pasillos, los andenes y los vestíbulos de la transitada estación. Pero 'las genias' no están. En la propuesta inicial, fruto de la firma de un convenio entre el Metro de Madrid, dependiente de la Comunidad, y los tres museos mencionados, se presentó una selección de treinta y seis piezas, doce de cada colección. La muestra actual recoge treinta y tres, de las que solo dos, propuestas ambas por el Reina Sofía, están firmadas por mujeres, Eulàlia Grau e Isabel Steva, "Colita".
Hay sin embargo suficientes nombres femeninos en los más destacados museos madrileños como para dar cobertura completa a la exposición. Y esa es la propuesta que han trasladado las organizadoras de la performance, con todos y todas las que se han querido sumar voluntariamente al acto simbólico. “Pedimos a la Comunidad de Madrid y a los Museos Nacionales que se involucren activamente en la lucha por la igualdad, comprometiéndose a la revisión de la muestra y realizando un cambio en ella”, demandan.
"Ya que no nos tienen muy en cuenta, traemos una propuesta muy concreta de treinta y seis nombres de autoras que pertenecen actualmente a las colecciones del Thyssen, el Prado y el Reina Sofía". Frente a los enormes murales que recrean el 'Jardín de las Delicias', o la 'Pradera de San Isidro', 'Los chicos en la playa', 'El rostro del gran masturbador,' o el 'Guernica', hoy se han superpuesto las obras de Alexandra Exter, Ángeles Santos, María Blanchard, Remedios Varo, Artemisa Gentileschi, Esther Boix, y treinta mujeres más que podrían compartir protagonismo en el andén de Estación del Arte con sus compañeros varones, pero que han tenido que ser llevadas impresas en camisetas por otras mujeres artistas. Yolanda Domínguez expresa que la intención es “hacer presencia” para que se reconozca el “marcado sesgo de género” con el que se ha realizado la selección de las obras. “La cultura no es solo entretenimiento, también genera patrones de conducta y sirve como mapa visual que jerarquiza la sociedad”.
El convenio de la exposición tiene una duración de dos años, tras los cuales se puede acordar su prórroga por un periodo adicional de dos más. “Por lo tanto es algo reversible, se pueden realizar nuevas selecciones que sean paritarias”, propone la artista. Y lamenta “constatar que aunque se ponen en práctica algunas iniciativas que visibilizan a las mujeres, no hay realmente una conciencia en el día a día ni en la mayoría de decisiones, donde es necesaria una perspectiva feminista que no se tiene”. Destaca, además, el hecho de que en los tres años de vida del proyecto ubicado en una de las estaciones más transitadas de Madrid, nadie haya caído en la cuenta de esa ausencia femenina. “La sociedad está acostumbrada a que no haya obras de mujeres, se presenta como lo normal, pero no lo es".