En 2021 se volvieron a abrir las taquillas de los espectáculos en vivo, exceptuando las de los grandes festivales. Gracias a eso, aquellos recuperan aproximadamente la mitad de lo que habían perdido en 2020. Las artes escénicas (teatro, danza y circo) están viviendo una recuperación difícil. En 2021, ofertaron un 28% menos de espectáculos, y estos fueron disfrutados por un 59,5% menos de espectadores, con una lógica bajada proporcional de la recaudación; la restricción de aforos para imponer una distancia entre las personas que frenara los contagios explica porqué la reducción de espectadores y recaudación es el doble que la del número de espectáculos.
El teatro ha conseguido recuperar en un 64,2% los espectadores respecto a 2020, y la danza, el sector más frágil, el 78,8% de los espectadores respecto el año de pandemia.
En la música popular, los conciertos se recuperaron un 40% respecto a 2020 (con un 59,4% en la asistencia y un 49,5% en la recaudación). Es notoria la ausencia de los festivales, que siguiendo retrasándose hasta 2022. Y en la clásica, los conciertos aumentaron un 38,8% respecto a 2020 (con un 45,2% en el número de espectadores y un 38,8% en la recaudación).
Las salas de cine, uno de los lugares de cultura más perjudicados, consiguieron recuperar un 45% de las sesiones, un 56% más de público y un 52% más de recaudación que en 2020.
Un consumo cultural cuya tendencia al crecimiento no se ha roto es la de la música grabada. Aquí la SGAE traslada datos de Promusicae, que indican que el mercado de venta de copias físicas se incrementó en 2021 (respecto a 2020) en un 15,4% y el de la música digital, un 16,3%. El madrileño, de C. Tangana, es el disco más vendido el año pasado, seguido de Mis manos de Camilo y Future Nostalgia de Dua Lipa.
Es un pico para las ventas de música grabada en la última década aunque, por supuesto, se manejan cifras muy distantes del anterior paradigma de la industria músical, que giraba alrededor del disco, antes de que estallara la piratería y llegara el streaming. Comparar las cifras de hoy con aquellas es, para el director de la Fundación, más un "ejercicio de nostalgia" que un indicador de utilidad.
De hecho, el indicador de consumo de streaming es uno de los observados más de cerca por los profesionales del sector, pues es el que ha configurado este nuevo modelo. El streaming produjo unos ingresos en España, tanto por suscripciones como por publicidad, de 297,45 millones de euros en 2021. Esto supone ya el 98% del mercado.
El mercado físico se compone de cedés y discos de vinilo. El cedé vende un 58,7%, un nivel estabilizado respecto a 2020, pero en cambio el vinilo no para de crecer, acaparando un 40% del mercado de la música grabada: 25,46 millones de euros de recaudación. "Un mercado en auge y desarrollo", ha recalcado Rodríguez, "que permite la superviviencia de tiendas de discos en localidades y barrios que permiten la relación diferente con el público que el que se da con las plataformas, se complementan".
Mientras el streaming sube, las descargas digitales siguen en descenso y apenas recaudaron 3,56 millones de euros.
"Todavía queda un camino muy largo para llegar a las cifras de 2019", concluyó Rubén Rodríguez.