En la historieta de dos páginas en la que se exponen los motivos de esta decisión, obra del dibujante Igor, la revista alude principalmente a la crisis que ha hecho aumentar significativamente el precio del papel. Tal y como explica el bufón que ha sido la mascota de la revista durante décadas, en 2022 El Jueves sobrevivió a duras penas, pero en 2023 la situación se hacía insostenible. En declaraciones a este medio, Guille Martínez-Vela, director de la cabecera de humor, concreta las causas de la decisión tomada por RBA, empresa propietaria de El Jueves: “La subida del precio del papel ha sido el motivo que ha llevado a tomar esta decisión. Ya no podíamos seguir como hasta ahora. La situación del quiosco es complicada, y los hábitos de lectura están cambiando, aunque nosotros tenemos lectores muy fieles, que son el secreto de que hayamos aguantado 45 años. No es una decisión que tomemos con agrado, pero la situación nos obliga. Es una cuestión de fríos números”. Según Martínez-Vela, la tirada actual de la revista se acercaba a los 30.000 ejemplares, pero las ventas podían variar en cada número.
Consultado por elDiario.es, Juanjo Cuerda, colaborador de la revista y miembro del Consejo de Redacción, confirma que la crisis del papel es un asunto que estaba en el ambiente desde comienzos de 2022, y, de hecho, hace unos meses El Jueves tuvo que subir su precio. “El sector de la prensa está sufriendo, y nosotros, al hacer una revista semanal, lo sufrimos mucho más. El esfuerzo que hemos hecho semana a semana ha sido titánico”. Cuerda explica que el Consejo de Redacción supo de la decisión empresarial en noviembre, y que desde entonces han estado trabajando en una nueva vía: “Tras el shock inicial nos pusimos manos a la obra para recomponer la revista con una periodicidad mensual”.
En su nueva etapa, El Jueves se convertirá en una publicación mensual con un formato diferente, según explica su director: una revista de 144 páginas y lomo, frente al semanario de 72 páginas grapado que era hasta ahora. Además, deberá reorientar su tratamiento de la actualidad, al perder inmediatez: “La seguiremos tocando, pero con un poco más de perspectiva temporal. Las secciones y los autores más queridos seguirán teniendo presencia, pero los números mensuales tendrán un componente monográfico, con un tema cada mes que será protagonista”. Su precio aún está por confirmar.
Respecto a la web de El Jueves, que ofrece la posibilidad de suscripción y que, hace unos meses, dejó de publicar contenidos exclusivos, no volverá a tenerlos. “Lo que vamos a hacer es enviar avances semanales con contenidos de la revista mensual que también recibirán en formato digital. La revista se podrá leer tanto en la web como en la aplicación. Si la respuesta es buena podemos estudiar la posibilidad de volver a ofrecer contenido exclusivo”.
En esta nueva etapa, El Jueves contará con la mitad de las páginas que sumaba en total con los cuatro números que se publicaban durante un mes, lo que, inevitablemente, conllevará cambios importantes. “Hay series a las que vamos a poner punto y final”, explica Martínez Vela, que no quiere aún entrar en detalles. El Jueves era uno de los pocos espacios donde un dibujante podía aún obtener una remuneración suficiente para ganarse la vida, por lo que su desaparición como semanario y la reducción de espacio dejará a muchos de ellos en una situación delicada. Martínez-Vela es consciente: “habrá menos volumen de trabajo, y eso implica que menos autores podrán ganarse la vida solo con su colaboración en El Jueves, y tendrán que compaginarlo con otras colaboraciones o proyectos personales”. Por otro lado, la nueva situación también limitará las posibilidades de dar a conocer nuevos valores: “El Jueves siempre ha sido una escuela donde gente joven podía aprender el oficio, y queremos que lo siga siendo, pero será un proceso un poco más lento”.
Juanjo Cuerda reconoce que la decisión ya ha afectado a la plantilla de colaboradores: “Por mucho que el número mensual vaya a quedar muy bien, hay muchos dibujantes que tendrán menos páginas y quedan en una situación crítica, o incluso que se quedan sin espacio. Eso va a obligar a muchas personas a tener que replantear su trabajo y su futuro. Es la parte dramática de esto”.
Entre los y las dibujantes de El Jueves, la noticia ha generado incertidumbre, decepción y cierto malestar. Consultados por este medio, algunos, como Pedro Vera, quien confiesa que no le ha cogido por sorpresa —“pero yo soy de natural cenizo”, matiza—, comentan que se lo comunicaron desde la revista mediante una llamada telefónica, mientras que otros, como Raquel Gu, lamentan haber sido informada únicamente con un correo electrónico.
Las situaciones en las que quedan los colaboradores de El Jueves son muy dispares. Muchos dejarán de colaborar en la revista, mientras que otros verán sus páginas seriamente reducidas, o dejarán de hacer las series que venían realizando. Pedro Vera, uno de los autores más populares, explica que seguirá adelante sus dos series, El gilipollas de la semana y Ranciofacts. Raquel Gu, por el contrario, ha sido informada de que la revista prescindirá de su trabajo, que publicaba desde 2018: “Yo solo tenía una pequeña tira semanal, pero me han comunicado que no saldrá más. No es un gran drama, pero eran unos ingresos fijos importantes para mí”. Para ella, ha sido, además, un golpe anímico: “Hay una especie de síndrome del impostor cuando dejan de contar contigo, aunque el argumento oficial sea el que es. Hay otros compañeros y compañeras que quedan en la misma situación, y en algunos casos me ha sorprendido mucho. Van a prescindir de bastantes autoras, además. Supongo que a la hora de elegir cada uno tiene sus preferencias, pero hay decisiones difíciles de entender”.
El próximo 8 de febrero los lectores podrán ver cómo arranca esta nueva etapa y qué dirección toma El Jueves para estabilizarse en el mercado. Juanjo Cuerda es optimista y cree que los lectores van a recibir bien El Jueves mensual, que se beneficiará del cambio. Raquel Gu, por el contrario, considera que parte del secreto de la revista era ser semanal: “La gente se había acostumbrado a tener su dosis de El Jueves”. La dibujante, además, contextualiza lo sucedido en una situación global preocupante, en la que “desde hace años, se está despidiendo a muchos humoristas gráficos de los medios y parecía que El Jueves era un reducto seguro, pero se ha visto que no lo era”.
En función de cómo evolucione la situación de El Jueves, Martínez-Vela no cierra la puerta a que haya más cambios: “No tenemos un plan a largo plazo; el futuro dependerá de la respuesta del público. Si bajaran los costes de producción de nuevo, no descartamos nada”. En cualquier caso, con el fin del semanario, termina una etapa histórica; está por ver si comienza otra igual de duradera.