OLA inició su campaña #StopCesura el pasado miércoles a través de un primer escrito del que se hicieron eco en sus redes una amplia lista de artistas como Alba Flores, Nüll García, Aitana Sánchez Gijón, Juan Diego Botto, Montxo Armendáriz, Elisabeth Duval y Rodrigo Cuevas. Con ella han reaccionado a los que describen como "distintos atentados culturales procedentes del sector más reaccionario", que "plagan" el país y que "confirman que los casos de censura artística" ocurridos en las últimas semanas "no son anecdóticos o aislados".
Entre ellos, la cancelación de la versión teatral de Orlando de Virginia Wolf en la localidad madrileña de Valdemorillo, la función sobre el maestro republicano fusilado Antoni Benaiges en el municipio de Burgos Bivriesca y el veto a la última película de Buzz Lightyear en el municipio cántabro de Benzana por incluir el beso entre dos mujeres.
"Estas acciones pretenden reprimir la expresión de la diversidad, así como impedir que soñemos con otras realidades que están por construirse. Ante la violencia contra una cultura plural, la tibia respuesta de las instituciones nos deja sin protección. Desde ahora, tomamos la palabra. La lucha es urgente", afirman en un texto que han compartido en varias lenguas que incluyen el castellano, el catalán, el euskera y el gallego. Frente a quienes defienden que "las Artes no pueden cambiar el mundo", reacción afirmando que se trata de su postura es "la mentira más grande jamás contada".
Es más, reivindican que "no existe una herramienta de cambio más poderosa que la Cultura". "Por ello, cuando el fascismo entra por la puerta, lo primero que sale por la ventana es la libertad de expresión. Y con la libertad de expresión, la capacidad crítica".
En OLA explican que el objetivo de este "movimiento que surge espontáneamente de un impulso compartido por un grupo de profesionales", se están articulando "como plataforma de lucha contra el mangoneo, los abusos de poder y las injerencias políticas". Desde OLA recuerdan que la cultura es, ante todo, "un derecho fundamental" que, en su ejercicio, "no debería someterse a ningún tipo de censura, ya sea política o económica". "Hoy censuran para que mañana nos autocensuremos. Una mordaza que durante años se ha dejado crecer es el germen de estas cancelaciones", advierten.
Este es el motivo por el que avanzan que su manera de proceder está en "la propia raíz" de la cultura: "Atravesar los límites del miedo, el silencio y la soledad". "No estamos solas. No estamos desamparadas. No estamos calladas. Continuará...", concluyen en el manifiesto.