Hijo, nieto y biznieto de actores, su destino estaba casi marcado, tal y como comentaba cuando cumplió 90 años. Su madre, la intérprete sevillana Aura Gareta, lo motivó a edad muy temprana llegando incluso a trabajar con tan sólo 9 años en una compañía teatral que tenían sus padres. Tras esos primeros pasos en el mundo del teatro y dedicarle prácticamente toda la juventud, saltaría a la televisión.

Guzmán se iba a convertir en uno de los actores españoles más importantes, incluso cuando en España no había ni televisión. Ya en 1954 participaría por primera vez en sus primeras producciones televisivas, mientras estaba de giras teatrales por países como Puerto Rico. Sin embargo, pocos años después, gracias a esas travesías teatrales pasó a formar parte de las emisiones de Televisión España desde la Habana.

Su debut en el cine llegaría en 1956 en Manolo, guardia urbano, donde interpretaba al Sr. Jiménez. Sin embargo, su salto llegaría con otros títulos más ilustres entre los que destacan: Tres de la Cruz Roja, Atraco a las tres, La gran familia, Historias de la televisión o Sor Citroën. No obstante, la interpretación del personaje Braulio en Crónicas de un pueblo es la que le daría más reconocimiento.