El humor era otro de los motores de su vida. Lo utilizó en gran medida para narrar historias a los niños pero también a los adultos. Recientemente lo hizo como guionista de televisión (Los felices veinte) y como gestor de cuentas en redes sociales, un lenguaje que dominaba de tal manera que formaba parte de su propia expresión cotidiana. En ocasiones era un trabajo, como cuando le encargaron las redes sociales del programa infantil de TVE Mapi y en otras ocasiones era su propia cuenta u otras de gran éxito en Twitter, las cuales azuzaba de manera anónima. Sus miles de seguidores en Twitter recordarán que fue él el inventor de la palabra "tróspido", que usaba como adjetivo en el seguimiento comentado de programas de televisión.
Su amigo, el actor y director Nacho Vigalongo, presentador además de esa fantástica rareza televisiva que fue Los felices veinte, conoció a Hemato, como abreviadamente le llamaban sus amigos en lo que podríamos llamar los albores de la blogosfera, en un foro delirante creado por el periodista especializado en videojuegos John Tones, llamado el Focoforo. De alguna manera y por mucho que internet se convirtiera en otra cosa, El Hematocrítico conseguía que las redes siguieran siendo ese lugar emocionante e impredecible que eran cuando escribía en el Focoforo. "Su extraño talento le convierte en una mezcla entre community manager, humorista y manipulador de masas", escribió Vigalondo de él en el prólogo de El hematocrítico del arte en 2012. "Miguel Ángel es, en persona, el chorro de humor e ingenio que puedes intuir, pero además la suya es ese tipo de amistad que lamentas no haber iniciado en EGB", añadió.
Miguel López comenzó a utilizar el pseudónimo El Hematocrítico a finales de los años 2000. En 2012 y en 2014 publicó en la editorial ¡Caramba! dos libros titulados El hematocrítico del arte en el que afinaba de un humor que ya había desplegado en su cuenta de Tumblr: el arte de retitular cuadros. Así, vemos a una menina pintada por Juan Carreño de Miranda sobre una cita que dice: "Te juro que no sé nada sobre la mesa camilla esa tuya que dices que te ha desaparecido".
El Hematocrítico colaboró con diferentes ilustradores y dibujantes para sus libros. Uno de los más queridos por los pequeños lectores es Feliz feroz (Feliz feroz: o lobiño riquiño, en gallego), ilustrado por el también coruñés, el cineasta ganador de varios premios Goya, Alberto Vázquez, en 2014. También con Vázquez publicó El bosque de los cuentos en 2020. Ha sido de gran éxito la saga de libros Max Burbuja, para lectores a partir de siete años, sobre un niño al que sus padres separados le apuntan a todo tipo de actividades pero él solo quiere que le dejen en paz.