Pero la presentación, llena de noticias teatrales y que fue conducida por el propio Mayorga, tenía otras cargas y significaciones.
Mayorga es conocido por su talante elegante y respetuoso. Con finura comenzó la presentación con un siempre cercano Miguel Rellán que leyó un pequeño texto de la obra que presentará el próximo noviembre, El maestro Juan Martinez estaba allí, del escritor Manuel Chaves Nogales, propuesta que estará dirigida por el hoy en boga Xavier Alberti.
Allí, delante de los responsables políticos sentados en primera fila que son miembros del patronato de la fundación del Teatro de la Abadía, delante de Mariano de Paco, consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid; de Marta Rivera de la Cruz, Delegada del Área de Gobierno Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid; y de Paz Santa Cecilia, directora del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Música del Ministerio de Cultura, un gran Rellán leyó un pequeño texto de esa novela que recoge las vicisitudes de un artista de variedades: “Cuando llegaron los alemanes todo cambió, la policía alemana echó de un lado a la policía turca y le hizo la vida imposible a quien no tenía asuntos en regla. Llegaron a expulsar a todas las parejas de artistas de cabaret que no eran matrimonio (…) Yo procuraba estar a buenas con ellos porque uno es artista de cabaret y en todas partes tiene que congraciarse con los que mandan para que le dejen vivir”.
Mariano de Paco, en el centro, con el resto de representación políticaMás tarde ante la pregunta de los periodistas sobre las reflexiones que le suscitaban los resultados de las elecciones europeas en países como Francia, Italia, Austria, Bélgica, Polonia o Hungria, donde la extrema derecha ha crecido como nunca desde la Segunda Guerra Mundial, Mayorga dijo estar preocupado y que todos “debemos encontrar desde donde poder escuchar al otro”, para luego advertir de que “estamos viviendo acontecimientos que pueden anticipar momentos graves”. “Todos estamos convocados a la tarea de que no solo los teatros sean espacios de paz y libertad, sino que todas nuestras ciudades lo sean. Apostemos por la paz y la libertad”, palabras que levantaron el aplauso del público y ante las que Mayorga quiso añadir que una de las misiones del teatro es presentar “como complejo lo que es complejo, si hacemos eso estamos haciendo un trabajo moral y político, Sin embargo, cuando se simplifica y se reduce, cuando se entrega uno al maniqueísmo y la simplificación, se está empezando a atizar un fuego”.
Tras la presentación algún asistente le conminó a usar la palabra “libertad” con cuidado debido a cierto abuso del término en los últimos tiempos, ante lo que el director decía a este periódico, “no estoy de acuerdo, la seguiré usando, no se la vamos a regalar”.
La temporada de las adaptaciones literariasDe la temporada presentada destaca la participación de nombres conocidos por el público como Ernesto Alterio que estará junto con Marta Belenguer presentando la obra de Harold Pinter Viejos tiempos, propuesta que dirigirá Beatriz Arguello, o la actriz Emma Suárez que protagonizara la adaptación del libro de Carmen Martin Gaite El cuarto de atrás, obra que dirigirá Rakel Camacho. De Carmen Martin Gaite también se estrenará otra adaptación, de su novela Caperucita en Manhattan, dirigida por Fátima Miranda y que contará con la actriz Mamen García.
Todos estamos convocados a la tarea de que no solo los teatros sean espacios de paz y libertad, sino que todas nuestras ciudades lo sean. Apostemos por la paz y la libertad
De Latinoamérica se contará con tres grandes nombres, José Luis Borges, Juan Rulfo y Julio Cortázar. El último llegará con dramaturgia de José Sanchís Sinisterra y su hija, Clara. La dirección correrá a cargo de Natalia Menéndez. La obra, que contará con textos variados de la obra del argentino, se estructurará a través de la pieza de teatro hecha para radio, Adiós, Robinsón, que nunca se ha representado en España. La compañía de títeres La Chana Teatro presentarán Natalia, a partir del texto de Rulfo Talpa. Y Borges lo hará a través de un proyecto institucional que ya pudo verse en Buenos Aires y Montevideo, Borges y yo, una pieza que es creación y está dirigida por la musa del cineasta Rainer Wender Fassbinder, Hanna Shchygulla, actriz conocida en el país, ya que de manera continua ha ido visitando los escenarios españoles. Mucha adaptación literaria que contrasta con la poca presencia de la danza en la temporada que solo contará con la presencia de Luz Arcas que en tres días diferentes presentará tres piezas, Tona, Trilla y Mariana.
Otros nombres de la escena presentes en la temporada son Ernesto Caballero, que presentará una Orestiada, Gonzalo Cunill que interpretará el texto dirigido por el creador belga Jan Lawers, Un sublime error, o la joven creadora y también escritora Carla Nyman que abrirá temporada con Hysteria, un trabajo sobre el Hospital de la Salpêtrière donde más de cuatro mil mujeres fueron tratadas como cobayas y exhibidas a la sociedad como material irrecuperable.
Una programación muy basada en el concepto de autor y de texto que fue apoyada fuertemente por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. “Querido Juan, creo que tu llegada ha sido una bendición para todos, una suerte para los responsables de las administraciones, pero sobre todo ha sido una suerte para el público madrileño”, dijo Marta Rivera de la Cruz. De Paco, a su vez, afirmó que La Abadía es un teatro “que define la oferta cultural de la Comunidad de Madrid, un referente de nuestra línea política”, tras lo cual pasó a recordar la presentación de los Teatros del Canal que tuvo lugar hace unos días y que calificó con cierta confusión en los términos como una “apuesta total por las artes escénicas y la danza”.
Paz Santa Cecilia a su vez quiso remarcar la importancia de la colaboración entre estas tres administraciones que sustentan el proyecto de este teatro que creó el actor José Luis Gómez en 1995, “lo importante es que seguimos sentándonos juntos en el patronato y trabajando para lo que de verdad importa: acercar la cultura a los ciudadanos”. Un patronato en que la Comunidad de Madrid aporta 1.750.000 euros, el Ayuntamiento 50.000 y el Ministerio 409.314 euros.
Mayorga adelantó el punto de partida de la obra que presentará con el actor Javier Gutierrez, Yugoslavos, que comienza en un bar, cuando un camarero le dice a un cliente que aunque ya sabe que un camarero no debe escuchar las conversaciones de los clientes escucha la de uno de ellos. “Debo decirle que ha estado usted genial, ese hombre que entró con usted entró hundido y usted encontró las palabras para animarlo… Si usted pudiera hablar con mi mujer”, le dirá en una pieza que según su autor versa sobre el poder de las palabras, el amor y la tristeza. “No sé si he escrito un buen camarero, pero sé que Javier Gutierrez va a ser un camarero excepcional y estoy deseando encerrarme con él en una sala de ensayos”, concluyó.