A sus 103 años, Kirk Douglas era historia del cine en sí mismo, la última gran estrella del Hollywood dorado. Recordamos algunos de sus papeles, desde Van Gogh en El loco del pelo rojo al memorable Espartaco, de Stanley Kubrick.
El lamento del ídolo de barroTras tener que vérselas con Robert Mitchum en Retorno al pasado de Jacques Tourneur, o con Barbara Stanwyck en El extraño amor de Martha Ivers de Lewis Milestone, a Kirk Douglas le llegó su primer gran papel y primera nominación al Oscar. Su interpretación, entregada y excesiva, marcó el camino que luego seguirían otros actores en obras pugilísticas como Robert De Niro en Toro Salvaje.
Douglas interpretaba a Midge Kelly, un boxeador excesivamente violento que se veía envuelto en los peores vericuetos del mundo de los gánsteres. Se grabó en apenas 23 con muy poco presupuesto, pero le lanzó a la fama de forma irremediable. El ídolo de barro, por cierto, se puede ver en Filmin.
Un productor despiadado en Cautivos del malKirk Douglas se puso al servicio de Vincente Minnelli para rodar una de las sátiras más brillantes que el cine ha dado de sí mismo. En Cautivos del mal, Douglas interpretaba a un productor déspota y desalmado que pedía ayuda a un director (Barry Sullivan), a una actriz (Lana Turner) y a un guionista (Dick Powell), a los que ayudó a triunfar, pero que en el fondo, le detestan.
Una radiografía del estrellato y los engranajes del mismo en Hollywood tan inteligente como bella. Y bien es sabido que a la Academia le gusta saberse criticada. Por eso, y por ser una excelente película, Cautivos del mal se hizo con cinco Oscars, entre los que se encuentran el de Mejor guion o el de Mejor fotografía por una iluminación en blanco y negro que cautivó a gran parte de los espectadores.
Así se demuestra en la escena donde Kirk Douglas, un productor de cine venido a menos, discute con el director, interpretado por Barry Sullivan, sobre cómo hacer una película de terror sin mostrar a "el monstruo". "¿Qué asusta a la raza humana más que cualquier otra cosa? La oscuridad. ¿Por qué? Porque en la oscuridad todas las cosas volver a la vida”, afirma emocionado sobre la idea de una película donde el enemigo fuera un hombre-gato. Cualquiera diría que se estaba refiriendo a Cats.
Contra la injusticia militar Senderos de gloriaEsta es, posiblemente, la película más políticamente controvertida de Stanley Kubrick, con quien Kirk Douglas trabajaría en más de una ocasión. Senderos de gloria fue prohibida en Francia y a su estreno en Bélgica provocó manifestaciones de una virulencia que no se veía desde La kermesse heroica.
Aunque lo cierto es que los hechos narrados por Kubrick son rigurosamente históricos: en la Primera Guerra Mundial un oficial francés mandó fusilar arbitrariamente a varios de sus soldados para 'dar ejemplo' y no alentar la insubordinación. Entre ellos estaba el coronel Dax al que daba vida Kirk Douglas. Senderos de gloria se puede ver en Filmin y en Rakuten TV.
Todos somos EspartacoComo casi toda producción de Stanley Kubrick, Espartaco (1960) se ha convertido en un fenómeno en sí mismo y probablemente en una de las películas más recordadas cuando se trata de homenajear a Kirk Douglas. El actor, también productor del filme, fue quien eligió al encargado de Senderos de gloria en la que previamente había intervenido. Sin embargo, la buena relación entre ambos se acabó con Espartaco, dado que Douglas quería tener el control del guion mientras que Kubrick, por su parte, pretendía lo mismo. Aun así, el resultado es una de las mejores películas de la historia del cine.
Van Gogh contra Gauguin"No me da miedo la emoción. Cuando pinto el Sol, quiero transmitir su movimiento, su grandiosa luz y calor. Cuando pinto un campesino, quiero sentir bañándolo como baña los campos de trigo", dice Kirk Douglas interpretando a Vincent van Gogh en la película El loco del pelo rojo (1956). Esta contaba la vida del pintor impresionista, desde sus aventuras como pastor protestante y misionero en una región minera de Bélgica, en la cual creó su primera gran obra (Los comedores de patatas), hasta su llegada París y el contacto con otros grandes artistas.