La tabaquera hispano-cubana Habanos anticipa cerrar este ejercicio con un nuevo crecimiento tras el 7 % obtenido en 2018, gracias a factores como el buen comportamiento de sus mercados emergentes, pero también por los cigarros que los estadounidenses compran en Cuba al no poder hacerlo en su país.
El copresidente de la compañía, el español Luis Sánchez Harguindey, señaló en declaraciones a Efe que el año pasado fue "espectacular", con un récord de ingresos de 537 millones de dólares y un crecimiento cinco puntos por encima del obtenido por el mercado global del lujo, que fue del 2 %.
"Este año vamos también en muy buena línea y pensamos seguir obteniendo también crecimientos al cierre del ejercicio", indicó el ejecutivo, quien destacó que mercados emergentes como el asiático (con China en cabeza), los países árabes y África "van a ser motores de crecimiento en los años futuros".
La compañía, que celebra ahora su 25 aniversario y comercializa en exclusiva en más de 160 países los afamados cigarros cubanos, mantiene también crecimiento en otras áreas tradicionales como Europa, en tanto la exportación a Estados Unidos permanece vedada por el embargo que Washington mantiene sobre Cuba desde hace casi seis décadas.
Según datos difundidos por la empresa en febrero, sus cinco primeros mercados en volumen de ventas en 2018 fueron España, China, Francia, Alemania y Cuba, mientras que el continente europeo acaparó el 53 % de las comercializaciones de productos de Habanos, por encima de las Américas, Asia Pacífico (15%) y África y Oriente Medio (14%).
Dentro de este crecimiento destaca el logrado en el mercado cubano, atribuido al auge del turismo en la isla y en particular a las compras que realizan los viajeros estadounidenses.
Los visitantes del país vecino aprovechan su estancia para comprar cigarros cubanos, que aunque no se pueden adquirir en EE.UU., sí tienen permitida la entrada desde hace unos años siempre que se declaren como artículos para consumo personal, al igual que ocurre con el ron de la isla.
"Es muy positivo que los consumidores americanos, aunque nosotros por el 'bloqueo' no podamos exportar directamente a EE.UU., puedan venir a Cuba, comprar su producto favorito y podérselo fumar tanto aquí como en su país, y desde luego que ha ayudado a las ventas en el mercado cubano", agregó el copresidente de Habanos.