Los hermanos Álvarez Mezquíriz se reparten Eulen y Vega Sicilia para enterrar la guerra familiar

Los hermanos Álvarez Mezquíriz, propietarios del gigante de los servicios Eulen y de las bodegas Vega Sicilia, han anunciado este jueves un acuerdo para repartirse esas dos empresas y enterrar la guerra familiar que desde hace trece años enfrenta a la presidenta de Eulen, María José Álvarez, con sus cinco hermanos.

"El acuerdo alcanzado entre los hermanos Álvarez Mezquíriz supone una reestructuración accionarial del Grupo Eulen y el Grupo El Enebro y el cierre del conflicto familiar que se prolongaba desde el año 2010", indican en un comunicado Eulen y El Enebro, la propietaria de esas bodegas, principal marca de lujo en España y productora de uno de los vinos más reconocidos del mundo.

El acuerdo da el control total de los grupos empresariales cuyas cabeceras son Eulen y El Enebro a María José, en el caso del gigante de la limpieza, y a sus hermanos Pablo, Emilio, Elvira, Marta y Juan Carlos en El Enebro, grupo en el que se integra Tempos Vega Sicilia.

La presidenta de Eulen, hasta ahora su mayor accionista con el 57%, pasará a tener el 100% y a cambio cederá a sus cinco hermanos su participación en El Enebro, dueña de las bodegas.

"Esta reestructuración determina un fortalecimiento de ambos Grupos empresariales y una mayor dinamización y agilidad en la toma de decisiones que exige la actualidad económica", indican las partes.

Junto a esta reestructuración, la familia "ha acordado dar por cerrados los procesos judiciales existentes entre las empresas y entre los accionistas".

Los hermanos Álvarez Mezquíriz "manifiestan su agradecimiento a las personas ajenas a la familia que han contribuido y facilitado la consecución de este acuerdo".

El conflicto se remonta a 2009, cuando tras enviudar por segunda vez el fundador de Eulen, el ya fallecido David Álvarez, se enfrentó a cinco de sus siete hijos, los "díscolos", como él los llamaba: Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo Álvarez.

El patriarca, que había decidido casarse a los 83 años con una mujer que era 38 años más joven (y que era su secretaria, como su anterior esposa) tomó partido por su hija María José, que acabaría heredando la presidencia de Eulen. Tras un amago de jubilación, David Álvarez apartó al resto de hijos de la gestión de El Enebro, contra el criterio de la mayoría de sus vástagos. Estos forzaron la destitución del padre, entonces ya octogenario. 

El fundador del grupo creó una nueva sociedad, Daval, para controlar Eulen y entregar la presidencia ejecutiva a su hija María José, mientras que el resto de hermanos se quedaron el control de El Enebro, dueño de las centenarias bodegas, que David Álvarez compró en 1982.

Antes de morir en noviembre de 2015, David Álvarez nombró en su testamento herederos universales a sus dos hijos leales, Jesús David (fallecido en marzo 2023) y María José. A los otros cinco sólo les legó lo que obligaba la justicia, la legítima. A su tercera esposa le asignó una renta vitalicia de 12.000 euros mensuales, con revisión del IPC, y tres millones de euros en efectivo.

De ahí a un rosario de pleitos, alguno de ellos con desenlace final en el Tribunal Supremo, donde estaba pendiente la decisión por la venta de acciones propias de los hermanos Álvarez Mezquíriz de Eulen a El Enebro por 81 millones en 2013. 

La herencia de Álvarez también abrió otro enfrentamiento judicial por el que los cinco díscolos solicitaron el cese del albacea. Finalmente el reparto no sufrió cambios y el Supremo rechazó la revocación por ingratitud de una donación de 1,5 millones por parte de los cinco hijos a su padre entre 2005 y 2008.

Otro capítulo de ese enfrentamiento llegó en 2021, cuando María José Álvarez reclamó nombrar un consejero delegado "independiente" en El Enebro, solicitó el cese de su hermano Juan Carlos como consejero y exigió que la empresa empezara a repartir dividendos. 

Por aquellas fechas, la presidenta de Eulen y ahora dueña del 100% de ese gigante de la limpieza confirmaba que la guerra con sus hermanos "está igual" . Contaba que algunos empresarios le habían ofrecido mediar en un conflicto de difícil solución: "Tengo algunos que me dicen 'yo os voy a juntar a comer' y respondo que vale, pero que no ponga ni tenedores ni cuchillos. Aprecio el esfuerzo, pero mejor que no". Finalmente, ha habido acuerdo.

María José Álvarez fue noticia hace unos meses tras ser asaltada en su coche junto a su escolta a punta de pistola por dos hombres armados en el distrito de Moncloa-Aravaca. Una de las principales filiales de Eulen, la de seguridad privada, ha sido vetada este año por el Ministerio de Hacienda para obtener contratos públicos por "trato vejatorio" a un trabajador. La decisión está vigente hasta el mes que viene.