La decisión de cambiar su sede social cuenta con un respaldo mayoritario de políticos, empresarios y sindicatos que lo ven como un signo de "normalidad"
Banco Sabadell vuelve a Catalunya siete años después y en plena opa del BBVA
A la oferta de compra de BBVA por Banco Sabadell aún le quedan meses por delante. Sobre todo, por la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de analizar en profundidad el impacto de la operación, para saber su efecto en el sector bancario y en la capacidad de elección de los clientes.
La entidad se llevó su domicilio a Alicante en 2017, por la incertidumbre derivada del procés. Ahora, casi ocho años después, vuelve en un movimiento que cuenta con una base de consenso político y que le puede servir para defenderse de la operación corporativa lanzada por su rival. Hay firmas de análisis que ven que puede tener efecto. “Es posible que complique” la OPA, aseguró este miércoles el director de renta variable ibérica de Bestinver, Ricardo Seixas. “No debería [condicionar la operación], pero puede pasar”, asumía en declaraciones recogidas por Europa Press.
BBVA ha respondido a este movimiento asegurando que “es una decisión de Banco Sabadell que respetamos”, según fuentes de la entidad. “No cambia en nada las bondades de la operación: es buena para España, para Catalunya y para el resto de territorios donde está Banco Sabadell, así como para clientes, empleados y accionistas de ambos bancos”, justifica la entidad encabezada por Carlos Torres.
Oleada de reacciones políticasAunque no cambie nada en cuanto a la oferta en sí, la mayor parte del espectro político, del mundo empresarial y de los sindicatos, se ha posicionado a favor de un paso que se ve como una señal de normalidad.
Solo unas horas después de conocerse la decisión de Sabadell, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado sobre la OPA. Lo ha hecho en Davos donde ha afirmado que, en ella, “hay que considerar diferentes aspectos”. “En España tenemos un gran número de pymes y en este sentido”, hay que considerar “la cohesión social y territorial”, según señaló a Bloomberg.
Otros responsables del Ejecutivo han sido más claros a la hora de valorar la decisión de Sabadell de regresar a Catalunya. “Me parece lógico que, una vez se ha normalizado la situación, haya decidido volver a poner su sede en esta Comunidad Autónoma”, argumentó en declaraciones en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Lo mismo han valorado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al decir que este paso “tiene mucho sentido”; y el de Industria y Turismo, Jordi Hereu. “Es una magnífica noticia, en tanto que expresa la normalidad (...) de una situación que, sin duda, ha cambiado para bien”, aseguró a la prensa en Fitur.
En esta oleada de reacciones, que dejan claro el calado político de una decisión tomada en plena oferta de compra, también han entrado los responsables de la Comunitat Valenciana, donde no se ve de forma tan positiva. También en Fitur, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, apuntó que Sabadell “ha decidido hacer algún gesto que otro a quien corresponda” y lo ve como una “mala noticia” en “un contexto de situación de debilidad y de OPA”. Horas antes, el Gobierno valenciano ya había dicho que “la prioridad absoluta para el Consell es garantizar el mantenimiento del empleo y el negocio de esta entidad financiera en nuestro territorio, así como el flujo del crédito a consumidores, pymes e industrias y así se le ha requerido a los representantes de Banco Sabadell”.
Y valoraciones empresarialesEl movimiento de la entidad también ha entrado en el discurso de patronales y sindicatos. Por ejemplo, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró en la misma feria turística que es “una buena noticia”. “Ojalá todas las empresas catalanas vuelvan a Catalunya” porque es un “aspecto de normalidad”.
En cambio, el responsable de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana y vicepresidente de CEOE, Salvador Navarro argumentó a los medios que “es una pérdida significativa” para la Comunitat donde era “un banco de referencia”, pero “entendemos que la decisión de venir a Alicante la tomó por la situación del clima en Catalunya que está normalizándose. No nos gusta, pero se han comprometido a seguir apoyando el tejido productivo de Alicante y de la Comunitat Valenciana. Ese compromiso del presidente [del Sabadell] con el que hablé anoche, espero que se cumpla”, reconoció. Y quien la ve con muy buenos ojos es el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. “Será muy buena para Catalunya y será muy buena para la economía catalana. Seguramente, también será muy buena para la economía española”. Y auguró que “otras compañías relevantes” darán pasos similares.
Los sindicatos tampoco esquivan el calado de cambiar la sede. “Es una decisión que seguramente está vinculada a la mayor estabilidad institucional que ahora mismo existe en Catalunya con el Gobierno actual de la Generalitat. A partir de ahí seguramente también tiene que ver con la situación que está viviendo el Sabadell y con la posible OPA hostil por parte del BBVA”, asumió en Fitur el secretario general de CCOO, Unai Sordo. Mientras que el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, indicó en Barcelona que “es un banco de Sabadell y tiene todo el sentido que su sede fiscal y central esté en Sabadell”.
El precio en bolsa ha llegado a superar el de la OPAAl margen del cambio de sede, el Sabadell ha visto en las últimas jornadas como el precio de su acción en bolsa ha llegado a superar el precio propuesto por BBVA en su oferta. Aunque la cotización se situó al cierre del miércoles en el 2,11, durante varias sesiones ha estado por encima de los 2,14 euros por acción.
Esa valoración supera los 2,134 euros que propone su competidor en el canje que es el equivalente a una acción nueva y 0,29 euros en metálico por cada 5,0196 acciones del Sabadell.
Al margen está otra arma, la de cómo retribuye Sabadell a sus inversores en un escenario donde Sabadell no tiene mucho margen de maniobra, porque la legislación sobre opas exige pasividad. En un primer momento, el banco que volverá a tener su sede en Catalunya prometió a los inversores repartir 2.400 millones de euros, en dos ejercicios, vía recompra de acciones y dividendos. Posteriormente, elevó esa cifra hasta los 2.900 millones de euros y el mercado prevé que, cuando presente los resultados del ejercicio 2024, vuelva a hacer un guiño e incremente de nuevo esa retribución.