Back to Top

El BCE prepara otra bajada de los tipos de interés de 0,25 puntos para estimular a la economía

El BCE prepara otra bajada de los tipos de interés de 0,25 puntos para estimular a la economía

El Consejo de Gobierno de la institución monetaria se reúne este jueves y la mayoría de expertos espera que recorte el 'precio' del dinero del 3% al 2,75% ante el estancamiento de Alemania y las incertidumbres que rodean a Francia

La economía creció un 3,2% en 2024 y reafirma a España como la locomotora de Europa

El Banco Central Europeo (BCE) prepara otra bajada de los tipos de interés de 0,25 puntos para estimular a la economía.

El Consejo de Gobierno de la institución monetaria se reúne este jueves y la mayoría de expertos espera que recorte el 'precio' del dinero del 3% al 2,75% —que refleja en la caída del Euríbor de los últimos meses— ante el estancamiento de Alemania y las incertidumbres que rodean a Francia.

Esta bajada de la tasa de depósito (los tipos de interés de referencia en la eurozona) será la quinta desde junio de 2024, todas de 0,25 puntos. El BCE comenzó a aliviar las condiciones de financiación desde el máximo del 4% hasta donde los llevó en el otoño de 2023, después de un proceso de austeridad monetaria (de encarecimiento de las hipotecas y de los préstamos en general) que arrancó en 2022 para luchar contra la inflación.

El objetivo del ciclo de “endurecimiento” de la política monetaria fue ahogar la capacidad de consumo de las familias y de inversión de las empresas para moderar así las sus subidas de precios. Una estrategia de “matar moscas a cañonazos” que ahora es la contraria ante la debilidad de la actividad en el conjunto de la eurozona, sobre todo por el estancamiento de Alemania, y en la que España es la excepción positiva.

“El BCE, en su reunión de diciembre, redujo tipos de manera unánime, con algunos miembros defendiendo un mayor recorte. Se eliminó de la declaración [la nota de prensa oficial] que los tipos de interés se mantendrían 'restrictivos el tiempo necesario', dada la convergencia de la inflación hacia el 2% en 2025 [el objetivo teórico]”, resume Frederik Ducrozet, estratega en la gestora suiza Pictet WM.

“Esta 'relajación' del BCE es un factor clave para la recuperación del crecimiento europeo. De hecho, la última encuesta [de la propia institución monetaria] entre los bancos de la eurozona indica que la concesión de créditos a las empresas ha vuelto a endurecerse y que los bancos se muestran más cautelosos”, explica Sebastian Paris, director de análisis de la gestora francesa LBP AM.

“El escenario principal del BCE es una continuación de la tendencia desinflacionista con una recuperación muy lenta del crecimiento real, pero esta trayectoria sigue estando sujeta al riesgo de estanflación [estancamiento de la actividad económica y un nuevo repunte de las subidas de precios, lo que se traduce en un preocupante proceso empobrecedor]”, advierte, por su parte, Eric Dor, director de Estudios Económicos de IESEG School of Management. “Ante esta situación, el BCE bajará casi con toda seguridad sus tipos de interés un 0,25% más esta semana”, prosigue.

Los riesgos que vienen de Estados Unidos

“En las últimas semanas, parece que algunos miembros del Consejo de Gobierno del [BCE] están empezando a preocuparse por las posibles consecuencias de una agenda comercial agresiva de Trump [el nuevo presidente de Estados Unidos]. Es decir, de qué efectos pueden tener las políticas de 'America First' en las exportaciones europeas, las importaciones chinas al continente y los movimientos de divisas que pueden frenar los progresos realizados en materia de inflación”, apunta Dave Chappell, experto de la gestora norteamericana Columbia Threadneedle Investments.

En este análisis coincide Cristina Gavín, de la gestora de Ibercaja: “Tan solo los temores sobre los efectos que las medidas anunciadas por la nueva Administración Trump puedan tener sobre la economía europea, y sobre todo en materia de precios, puede hacer variar la senda de bajadas teniendo en cuenta que el BCE ha reiterado que sus actuaciones van a ser 'dependientes de los datos' y que las decisiones se irán tomando reunión a reunión”.

Los tipos de interés oficiales son solo una de las herramientas del BCE. Sus programas de creación de dinero para comprar deuda [bonos] de países de la eurozona y empresas son su otra palanca clave de la política monetaria. “Aunque siga bajando sus tipos de interés de referencia, la institución ha abandonado todas las compras brutas de activos financieros, ya sea en el marco del APP [el programa que diseño para favorecer la salida de la pandemia] o del PEPP [el programa de emergencia de la pandemia]. Por tanto, el BCE practicará un endurecimiento cuantitativo pasivo”, observa Eric Dor.

“El stock de activos financieros en manos del Eurosistema [es decir, del BCE, a través de los bancos centrales de cada socio del euro] se reducirá a medida que los bonos lleguen a su vencimiento y sean amortizados. Este es un argumento a favor de nuevos recortes graduales de los tipos de interés oficiales, incluso si persisten los riesgos para la inflación”, añade este profesor.

Estimular la inversión

En el actual contexto internacional de auge de las políticas proteccionistas —con la amenaza de aranceles de Estados Unidos y de China— y de emergencia climática, un aumento de la inversión pública y privada es crucial para elevar la independencia energética y tecnológica de la eurozona, y para reactivar algunas de las industrias estratégicas que permanecen estancadas en Alemania o en Francia. Así lo contempla el célebre 'informe Draghi', el plan que pidió la Comisión Europea al ex presidente de Italia y del propio BCE sobre los retos del bloque económico del UE.

En esa línea, Susana Martín, investigadora de REVO Prosperidad Sostenible, defiende que el BCE “gestione la política monetaria de manera que haya crédito 'verde' barato”. Por ejemplo, “el crédito a la renovación energética de edificios, la instalación de energías renovables y todas las inversiones necesarias para una transición justa deben tener un tipo de interés más bajo”, comenta.

Mientras, “las industrias contaminantes deben tener un coste financiero mayor que las sostenibles. Además, el BCE debe tener en cuenta los efectos distributivos de su política, para que dejen de dar dinero gratis a la banca, como han hecho en el pasado: 152.000 millones de euros ha pagado el BCE a la banca en 2023 por la facilidad de depósito. Por no hacer nada, en definitiva”, avisa esta experta.

Su organización, junto a otras tantas de toda la eurozona, publicaron esta misma semana un manifiesto en el que piden que la institución monetaria diseñe “programas específicos de financiación para apoyar a la transición ecológica”, ante la revisión de su estrategia a medio plazo que afronta el BCE este año.

Cron Job Starts