El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha considerado "muy preocupante" que la UE siga sin tener herramientas de política fiscal capaces de contribuir a dar una respuesta común ante una eventual nueva crisis.
Hernández de Cos ha alertado del "complejo" panorama económico al que se enfrenta Europa, y en particular el área del euro, cuando el libre comercio, "una de las razones de ser del proyecto europeo y fuente esencial de las mejoras en el bienestar económico de las últimas décadas", se encuentra sometido a continuas amenazas.
En el discurso de clausura de los cursos de verano de La Granda, ha subrayado que, mientras que en EE.UU.
Dicho mecanismo, ha recordado, no incorpora algunos de los elementos potencialmente más efectivos, como un seguro europeo de desempleo o el uso de fondos europeos para mitigar el impacto de perturbaciones específicas en alguna economía.
Esa carencia de mecanismos efectivos de coordinación de la política macroeconómica se ve agravada, según Hernández de Cos, cuando la política monetaria roza sus límites efectivos de tipos de interés, "circunstancia que podría ser más frecuente en un futuro en un contexto de tipos reducidos de manera persistente".
En este contexto, ha incidido, los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona del euro "siguen apuntando claramente a la baja" como reflejo de la prolongada presencia de las tensiones proteccionistas, la incertidumbre asociada a factores geopolíticos (como el "brexit" y la incertidumbre política en Italia) o las dudas sobre la intensidad del proceso de desaceleración de China.
Además, existen algunos elementos estructurales que llevan a pensar que un entorno de bajo crecimiento, inflación moderada y bajos tipos de interés podría perdurar en el tiempo.
En esa coyuntura resulta "urgente" crear algún instrumento común de aseguramiento cíclico en el área del euro que permita ayudar a absorber de manera automática "perturbaciones adversas" tanto para suavizar los efectos en los países individuales y de salvaguardar la estabilidad de la UEM en su conjunto, ha señalado.
A su juicio, al margen de las decisiones de política monetaria a corto plazo, es necesaria una reflexión sobre la estrategia a medio plazo en ese ámbito dado que, cuanto más tiempo se mantengan en niveles cercanos a su límite inferior efectivo, los bancos centrales tendrán menos espacio para recortarlos ante futuras crisis.
Al igual que la Reserva Federal estadounidense, el Banco Central Europeo debería plantearse alternativas a la actual estrategia encaminadas a hacer frente a la restricción del límite inferior efectivo de los tipos de interés que incluyan una clarificación del objetivo cuantitativo de estabilidad de precios.
Estas medidas deberían ir acompañadas de reformas estructurales para incrementar el crecimiento potencial de la economía europea, especialmente indicadas en una coyuntura marcada por las tensiones proteccionistas y la incertidumbre sobre el "brexit".
Esas reformas estructurales pueden proporcionar, según el gobernador del Banco de España, un mayor impulso a la actividad económica cuando se acometen en paralelo a políticas fiscales y monetarias expansivas.
Así, ha apuntado, son prioritarios mayores esfuerzos al menos en la mejora del capital humano y en las políticas activas de empleo para favorecer la rápida reasignación de los trabajadores hacia los sectores en auge así como un aumento del gasto público y privado en innovación para crear nuevas oportunidades de negocio.
"Europa no puede quedar al margen del desarrollo de nuevas tecnologías y de la batalla por la supremacía tecnológica que tiene lugar entre Estados Unidos y China", ha advertido tras incidir que, en el ámbito financiero, la mayoría de las empresas tecnológicas más exitosas tienen su empresa matriz en Norteamérica o en Asia.