El presidente Andrés Manuel López Obrador desaprovecha la oportunidad de impulsar los intereses de México y de su propia agenda interna al faltar a la Asamblea General de la ONU, que se inaugura este martes en Nueva York, expresaron analistas consultados por Efe.
El mandatario mexicano, que no ha realizado ninguna visita de Estado a otro país desde que inició su mandato el 1 de diciembre, reafirmó en una de sus ruedas de prensa matutinas este mes que no "necesita" viajar al exterior, por lo que el canciller, Marcelo Ebrard, lo sustituirá en la ONU.
"Le tenemos toda la confianza al secretario de Relaciones Exteriores, es un profesional, y al mismo tiempo es un patriota.
Desde hace años, López Obrador ha sostenido como máxima que "la mejor política exterior es la interior", al considerar que México debe recuperar su soberanía nacional y centrarse, antes que nada, en los problemas internos.
Ebrard ya ha representado a López Obrador en la reunión del G20 que ocurrió en junio en Japón, la cumbre de la Alianza del Pacífico que se realizó en julio en Perú, y en las negociaciones migratorias que México y Estados Unidos sostienen desde hace tres meses.
Con estas ausencias, el presidente envía una señal de "absoluto desinterés en los asuntos internacionales" por su "falsa" y "dañina" idea de que "la mejor política exterior es la política interna", argumentó José Enrique Sevilla Macip, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).
"Asistir a esos eventos es importante, incluso, para garantizar la viabilidad de su proyecto. Los procesos políticos y sociales en México no están desconectados de aquellos que son principalmente trasnacionales. Ignorarlos tendrá costos para la política interna que pretende implementar López Obrador", consideró el académico.
En la Asamblea General de la ONU se discutirán temas relevantes para México, como la migración, por lo que el mandatario mexicano debería asistir para defender los intereses del país ante sus contrapartes, en especial para fortalecer su posición ante Washington, añadió el internacionalista.
"México podría aprovechar el foro de para, al menos, buscar el respaldo de la comunidad internacional para una política migratoria centrada en los seres humanos y no en la seguridad nacional, como pretende Estados Unidos", señaló.
Sevilla Macip expuso que el desinterés del mandatario por estos eventos internacionales podría explicarse en su intención de mostrar una imagen de austeridad ante los votantes para enseñarles que "él no gasta dinero de los contribuyentes en viajes" que él considera "inútiles".
También, agregó, López Obrador podría pensar que "salir de México es perder algo del poco tiempo que tiene" para concretar su plan de una "Cuarta Transformación histórica" del país.
William Jensen Díaz, consultor en cooperación internacional, coincidió en que el mandatario cree que la opinión pública apoya su visión de centrarse exclusivamente en problemas nacionales, aunque esto podría afectar su imagen internacional.
"Igualmente, evita la confrontación y los intercambios directos con otros líderes internacionales. Por otro lado, la percepción al exterior no tiene un saldo positivo. Por el tamaño e importancia de su economía, se espera la presencia de México en todos los foros internacionales", consideró el experto.
La comunidad internacional, mencionó el analista, requiere del apoyo de México para afrontar temas globales que se discutirán en la Asamblea de la ONU, como la crisis climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, que se centran en reducir la pobreza y la desigualdad.
Jensen Díaz argumentó que en un contexto global en el que "la relación personal entre los líderes es más importante que antes", el canciller Ebrard "no puede sustituir el peso de la presencia" de López Obrador.
"La ausencia del presidente de México en los foros internacionales disminuye el avance de los intereses nacionales de México", concluyó.